No se preocupen por el nombre: Matalascañas es una bella localidad del municipio de Almonte, con una playa aún más bella.No se trata de finiquitar a nuestras queridas cañas de cerveza, sobre todo si son de Cruzcampo y las tomamos en Andalucía. El único modo de matar las cañas con aprovechamiento es bebíendolas, del mismo modo que la única forma de matar un animal con aprovechamiento es comiéndoselo despúes.
El nombre procede de de la fusión de dos términos: "mata", es decir, parte de un terreno poblado por vegetales de la misma especie, y "las cañas", es decir esos juncos tan frecuentes en las marismas del Guadalquivir. Su nombre completo es "Matalascañas y Caño Guerrero".
Matalascañas tiene una preciosa playa de grano fino y arena muy blanca, que recorre 5,5 km de los 50 km que tiene de longitud la costa onubense. Está rodeado completamente por el Parque de Doñana, por lo que de la belleza paisajística del lugar no hace falta comentar nada.
Otro elemento característico de esta localidad es el Faro de Matalascañas, desde cuyo mirador se puede ver una de las mejores puestas de sol de toda España, y que da nombre al Paseo del Faro de este lugar. De la calidad medioambiental de esta playa dan fe las 16 banderas azules consecutivas que le han sido otorgadas en los últimos años.
El núcleo poblacional de Matalascañas se divide por sectores, de oeste a este, designados por orden alfabético, siendo el "sector A", llamado tambien Ánade Real, el identificado como centro, y el más concurrido y de mayor vida nocturna y turística, y se halla a la entrada del municipio. Allí se concentran la mayor cantidad de bares,, restaurantes y discotecas de la población.
Pero como queremos almorzar, y nos han hablado muy bien del Chiringuito de Paco Triana, allá nos vamos, y en el sector O encontramos este cachondo lugar, que no puede ser más salado pues se halla casi sobre el mar.
Como estamos en el litoral onubense, nos pedimos, evidentemente, unas gambitas blancas de Huelva, y las regamos con un fino jerezano. Están que "quitan el sentío", y el fino, también. Seguimos con un gazpachito con guarnición, y después catamos una corvina en salsa, pez muy típico de estas aguas, que está sublime.
Terminamos con dos gin tonic -cada uno- muy bien preparados. La carta es muy amplia, compuesta sobre todo por productos del mar, todos extraordinarios. Buenas carnes y buenos postres. Y no hemos salido de la playa.
Paco Triana tiene otro restaurante, también en Huelva y cerca de aqui, en El Rocio, de gran renombre en esta población, muy frecuentado por los fieles a la Romería del Rocío, y los que no lo son, donde da de comer también espléndidamente.
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