Casa Modesto se fundó. en 1971, en el número 5 de la calle Cano y Cueto. Aunque el éxito de esta casa hizo que sus propietarios abrieran otros locales en Sevilla, vamos a comentar éste por ser el más emblemático y más sevillano.
Esta casa de comidas se halla en la zona que ocupaba la Puerta de la Carne. Tomó este nombre por hallarse muy próxima a un antiguo matadero. Era la puerta de acceso a la Judería. Estas puertas de la muralla de Sevilla, eran los accesos a la ciudad. Al pasar el tiempo y perder importancia militar y defensiva, se mantuvieron sirviendo como punto de control de aduanas, para regular el comercio y los aranceles que le son propios. Funcionaban, pues, como puntos de cobro de impuestos. Se mantuvo la muralla también como dique frente a las crecidas del Guadalquivir. Finalmente, con el crecimiento urbanístico, irian desapareciendo distintas partes de la muralla, perdurando sólo algunos tramos hasta nuestros días, de los que el mejor conservado es el que va de la Puerta de la Macarena hasta la Puerta de Córdoba.
El restaurante ocupa la planta baja de una antigua casa sevillana, donde se halla el Hotel Doña Manuela, pintada en blanco y con las molduras y cornisas en amarillo albero. Presenta una muy amplia terraza, con vista a los Jardines de Murillo, muy apetecible en los meses cálidos, que en Sevilla son muchos. A través de una ancha puerta, accedemos al interior, presidido, en primer término, por una larga barra, donde ya podemos tomarnos unas cañitas o chatear los vinos, y acompañarlos de una gran variedad de tapitas típicas de la cocina sevillana. En la planta alta se halla el comedor, con vistas sobre el mismo jardín. Paredes con zócalo a media altura, y sobre éste, antiguas obras de la escuela pictórica sevillana de los siglos XVIII y XIX.
Pero, ya en barra, hay una espectacular exhibición de chacinas de Huelva y mariscos que nos predisponen a palpar la cartera para medir su grueso.Además de estos entrantes, hay que destacar la calidad de sus frituras de pescado. En productos salidos del mar, hay que hacer especial mención, además del marisco, del lomo de corvina en salsa de cigalas, el pez espada a la casera, y la lubina a la espalda.
Ya metidos en carnes, ensalzar su lomo de buey a la brasa de encina, las chuletitas de cordero y la presa ibérica. Las especialidades de esta casa son el foie de oca con mermelada de naranja sevillana y pastel de patatas, las almejas finas al Marqués de Vilallúa y el brazuelo de cordero lechal asado. Entre los postres, sobresalen el pastel de leche merengada, la tarta de queso, el arroz con leche y las natillas, todos ellos caseros.
Pero como no solo de pan vive el hombre, en esta casa presentan una amplia carta de vinos y otra de puros cuidadosamente seleccionados, con zonas habilitadas para fumadores.
Excelente calidad y precios contenidos. De lo mejor de Sevilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario