Ademas, puso en la parte alta de la botella una pequeña etiqueta en forma de moneda, simbolizando la guita por la que Domingo preguntaba por adelantado a sus clientes, en previsión de una posible insolvencia.
Esta extraordinaria manzanilla se cria en dos bodegas distintas: la primera, es la del antiguo Hospital de San Juan de Dios, transformado en bodega en 1867, en cuya portada aún se conserva un viejo azulejo con el rótulo "Bodega de San Juan de Dios"; y otra es la bodega Pago de Sanlúcar Viejo, que se adquirió en 1993 y en la que se halla la planta de embotellado.
Y la primera máquina que realizaba un etiquetado mecánico, después de que esta labor se hiciera manualmente durante mucho tiempo. Un fabuloso viaje a través de la historia bodeguera del Marco de Jerez, con los antiguos utensilios bodegueros, de cuando el vino se hacía artesanalmente, en el silencio de la bodega, casi sin ayuda de máquinas. Está claro que el vino de Jerez, en todas sus variantes, hunde sus raíces en épocas muy remotas, desde sus inicios en la era perromana, en que alcanza un gran apogeo con el descubrimiento de América, y con una una larga y gloriosa historia a sus espaldas, una historia que habla de la categoría de estos antiguos bodegueros, de sus vinos y de su señorío.
La Guita se elabora con uva Palomino por el tradicional sistema de soleras y criaderas, con rociados espaciados y sacas muy cortas, que dan a esta manzanilla sus particulares características. Presenta un color amarillo pajizo, muy pálido, en nariz es muy fragante, con frescos aromas florales y frutales, y en boca es fresca y ligera, con matices almendrados y salinos, como debe ser una buena manzanilla. No deje de visitar esta célebre bodega, y su magnífico museo de antiguos utensilios bodegueros, que elabora, entre otros vinos, una de las mejores y más representativas manzanillas de Sanlúcar de Barrameda.
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