miércoles, 11 de mayo de 2016

EN HUELVA INTERIOR: DE ALMONTE A LA ALDEA EL ROCÍO




Nos dirigimos a Almonte, siguiendo nuestro recorrido por la provincia de Huelva. Vamos bajando de Norte a Sur para llegar a la costa, parando antes en el interior, muy conocido por acontecimientos tan antiguos y arraigados en las gentes como la romería del Rocio, y también por sus bodegas y viñedos, y sus preciosas poblaciones.


Llegamos ya a Almonte, nombre derivado del arabe "al-munt", que significa "el monte". Fue reconquistada en el siglo XIII, incorporándose a la Corona de Castilla. Despues pasa a formar parte de los estados del Duque de Medina Sidonia. Al crearse en el siglo XIV el Condado de Niebla, se le otorgan al Conde algunas tierras cercanas, y éste llega a reclamar el lugar de Almonte al Duque de Medina Sidonia,  cuestión que se zanja al pasar el Condado de Niebla a la Casa de Medina Sidonia.


En la cercana aldea de El Rocío, se halla su célebre ermita.La primitiva ermita sufrió importantes daños con motivo de un terremoto en 1755 , por lo que se llevó la Virgen a Almonte, siendo custodiada allí durante dos años. hasta que en 1758 terminan las obras de reconstrucción.


Muy posteriormente, en 1961, el cabildo decide, a instancia del Obispo de Huelva, construir un nuevo santuario, cuyas obras empiezan a comienzos de 1964. y terminan en 1969. El 12 de abril de ese mismo año, el Obispo de Huelva bendice el santuario, y el 13 la Virgen entra en su nuevo templo.


 En la Ermita del Rocío se encuentra la imagen de la Virgen de la Blanca Paloma, que es objeto de culto por numerosos creyentes locales y foráneos, constituyendo un lugar de peregrinación para todos los fieles a la Romería del Rocio, que año tras año llegan de todo el mundo.


 Los almonteños salen el miércoles, y andando hacen el camino hasta El Rocío, y es el domingo de madrugada el dia más señalado de la romería, al salir la Virgen en hombros de los fieles para hacer un recorrido por las calles de El Rocío.




A finales de Junio tiene lugar la feria, en honor a San Pedro, patrón de Almonte. Ya el dia 26 llegan las yeguas a Almonte desde El Rocio, es la "Saca de las Yeguas", que lleva más de 500 años celebrándose. El día más importante de la feria es el 29, San Pedro, y posteriormente se clausura con una corrida de toros.


Cada siete años se celebra la Venida de la Virgen, día en que la Virgen sale de su Ermita en El Rocío y llega a Almonte.  En Almonte, a hombros de los fieles, la imagen hace un recorrido por sus calles, adornadas con flores y otros motivos decorativos, Son los propios almonteños quienes embellecen sus calles para este acontecimiento, y la imagen permanecerá aquí durante nueve meses, en que será venerada por sus devotos.


Este es un evento de gran importancia y para la ocasión. los almonteños engalanan la población desde un año antes, adornando sus calles con flores blancas y gran profusión de motivos decorativos, esperando a la Virgen con gran devoción.


Aunque la población de El rocío apenas supera el millar y medio de habitantes, en tiempo de Pentecostés supera ampliamente el millón de personas, y confluyen aquí mas de cien cofradías distintas.


Antiguos documentos, de mediados del siglo XIV, nos hablan de una ermita conocida como "Santa María de las Rocinas", llamada así con motivo de la feria caballar que se celebraba entonces, lo que hoy es la "Saca de las Yeguas". Posteriormente, el nombre derivó hacia la forma Santa María del Rocío, como se la conoce hoy, y es la patrona de esta población.





lunes, 9 de mayo de 2016

EN HUELVA: BODEGAS BARES Y RESTAURANTES


Dejamos atrás Trebujena y nos dirigimos a Huelva, pues queremos visitar toda la Costa de la Luz, sin dejar de lado el interior, que en la provincia de Huelva es realmente interesante. Y en el interior vamos a visitar Almonte, desde donde parte la Romería del Rocío, para luego ir a la aldea del mismo nombre.. Pero como ya estamos en pleno Condado de Huelva, no podemos dejar de visitar sus famosísimas y antiguas bodegas, que elaboran los vinos y brandys con Denominación de Origen Condado de Huelva, y especialmente, los vinos de naranja, que comentaremos más adelante.

En consecuencia, nos dirigimos La Palma del Condado, donde se hallan unas antiguas bodegas que vamos a visitar. Pero conoceremos antes el núcleo urbano, y para ello vamos antes su principal plaza, donde se halla el Ayuntamiento. Este tiene su sede en el antiguo Hospital de La Concepción, en  una bella edificación del siglo XVII, que alberga al consistorio desde 1929. La plaza está presidida por una fuente en su centro, flanqueada por altas palmeras, y antiguos edificios de dos alturas pintados en blanco,  que componen un espacio urbano alegre y fresco, con matices coloniales.


Damos un paseo por las calles adyacentes, con la mayoría de las casa caleadas en blanco y engalanadas con plantas y flores, y nos cautiva su sencillez y belleza. Pero el reloj nos dice que nos esperan en las bodegas y por ello, nos dirigimos a visitar las Bodegas Rubio, más conocidas por "las bodegas de Luis Felipe", por los motivos que explicaremos después. El Condado de Huelva tiene su origen en el Condado de Niebla, que disputó algunos territorios al Duque de Medina Sidonia, para luego pasar a formar parte de la Casa de Medina Sidonia. Los territorios que hoy forman el Condado de Huelva son, en gran parte, los que formaron el Condado de Niebla.


Llegamos ya a las Bodegas de Luis Felipe. Toman su nombre del Duque de Montpensier, Luis Felipe de Orleáns, hijo del Rey de Francia Luis Felipe I. El Duque de Montpensier tiene una gran importancia en la historia de Andalucía, habiendo levantado, entre otras propiedades, el Palacio de San Telmo en Sevilla, actual sede del Ayuntamiento sevillano, y del Palacio Orleáns-Borbón en Sanlúcar de Barrameda, sede del actual consistorio sanluqueño.


En unas antiguas bodegas semiabandonadas, en La Palma del Condado, se encontraron en 1893 unas viejas barricas, hallando en ellas un magnífico brandy que habia envejecido durante largos años, dando lugar a un destilado realmente excepcional. Estas antiguas barricas estaban marcadas con el nombre "Luis Felipe", pues se  trataba de un pedido elaborado expresamente para el Duque de Montpensier, que por misteriosas razones, nunca se llegó a entregar.


Se comercializó en pequeñas partidas, dando a la bodega un gran prestigio por la calidad excepcional de este brandy. Se decidió entonces continuar con este sello de calidad, conservando para ello las antiguas soleras y criaderas, con las que envejecer este singular brandy.


Recordemos que el origen del brandy se sitúa a mediados del siglo XIX, cuando Pedro Domecq Loustau recibe el encargo de un cliente extranjero, de hacer 500 barriles de un aguardiente de calidad excepcional, sin reparar en gastos ni tiempo. Usando las mejores barricas, las mejores técnicas de destilacion y las mejores uvas, consigue en pocos años  un aguardiente de calidad única. El cliente rescinde el contrato al comunicar su insolvencia, y Pedro Domecq mantiene guardado durante años en sus bodegas los barriles del exquisito aguardiente. Cuando lo va a probar para comprobar su estado, descubre un destilado de calidad extarorinaria. Las barricas habían aportado color, aroma y sabor. Y el tiempo, el mejor enólogo, sus exquisitos matices. Nace así el brandy de la mano de Pedro Domecq Loustau. El Rey Alfonso XIII le nombraría años más tarde, como reconocimiento póstumo a su labor en favor de las bodegas jerezanas, Marqués de Domecq, en la persona de su viúda, Carmen Núñez de Villavicencio.


Comprobamos, en consecuencia, que la casualidad hace a veces los mejores descubrimientos, y constatamos las similitudes entre el hallazgo de Pedro Domecq, y el de las barricas de Luis Felipe de Orleáns.


De los exquisitos brandys que elaboran en estas bodegas, vamos a destacar el Brandy Luis Felipe !00 Años, en preciosa licorera con la inscripción "Luis Felipe I" en etiqueta plateada, con la efigie del Rey francés. Presenta color caoba oscuro, con notas de torrefactos y viejas maderas, denso y untuoso, con matices de vainilla, caramelo tostado y miel, redondo y aterciopelado, largo y persistente, sublime  Se presenta en licorera con caja de madera.


viernes, 6 de mayo de 2016

BARES DE TREBUJENA:TABERNA DE MANEGODOR


Siguiendo esta carretera comarcal que recorre la ribera del Guadalquivir, ya de anochecida, nos dirigimos a otro bar en el que podremos disfrutar de las especialidades típicas de la zona, y que guarda estrecha relación con la Venta Las Compuertas que acabamos de visitar. Se trata de la Taberna de Manegodor, regentada por el hijo del Manego y de Juani Arellano,  Jose Manuel Gómez Arellano, llamado tambien amigablemente Maneguito.


Dejamos atrás el antiquísimo cortijo Alventus, otrora propiedad de los Duques de Medina Sidonia y hoy lugar de cría de reses bravas. En el siglo XV, se construyó en la ribera del Guadalquivir un puerto donde arribaban los barcos mercantes, y este cortijo sirvió de guarnición de este puerto fluvial, sobre el que tuvo gobierno el Duque de Medina Sidonia


.Es un cortijo de grandes proporciones, dedicado también a ganadería y agricultura, que fue aumentando su superficie por adición de nuevas edificaciones, según las necesidades de sus moradores Todo el conjunto está dispuesto en torno a un gran patio central, con grandes espacios interiores dedicados en su día a la guarda de animales y almacenes, así como salones, dormitorios, cocina, y demás dependencias de la vivienda, percibiéndose en las distintas edificaciones los volúmenes que se han ido añadiendo con el paso del tiempo.


En mitad de su nave principal presenta una portada presidida por un antiguo azulejo con la Virgen del Milagro amamantando al Niño,  y el nombre del Cortijo, que también pudiese proceder desde el punto de vista etimológico, de "Advenimiento", es decir, llegada

El cortijo fue creciendo a través de sus distintos propietarios, siendo el Marqués de Villamarta, también dedicado a la ganadería de lidia, quien mandó construir el actual embarcadero, para que Alfonso XIII, que se hallaba pasando unos días en el Palacio de Doñana, pudiese atravesar el río y desembarcar para practicar el acoso y derribo de reses bravas, en una pequeña plaza de tientas dentro del cortijo.  El Marqués de Villamarta ordenó fijar a las paredes del cortijo una placa de mármol conmemorando este acontecimiento regio.


 Y recorriendo un precioso camino,  entre viñedos y huertas,  encontramos la Taberna de Manegodor, levantada sobre una antigua cuadra, y que dispone de una chimenea para los meses fríos .Percibimos ya el olor de su cocina, y al llegar a la puerta Maneguito nos recibe amablemente y con hospitalidad. No cabe duda de que desciende del Manego, de quien ha heredado su cordialidad y su saber tabernero.


Nos aconseja picar unos chicharrones antes, y los pedimos acompañados de manzanilla bien fresca, pues estamos "al lado" de Sanlúcar de Barrameda. Los probamos y están extraordinarios, lo que le comentamos a Maneguito, agradeciendo su recomendación. Seguimos con unas huevas al ajillo y unas papas en salsa picante, ambos platos fuertecitos y muy recomendables. Y por supuesto, terminamos con un pescado de estero, el albur, que así podremos comparar con el que nos han dado en Las Compuertas, venta que regenta su padre. Lo probamos y no podemos más que concluir que es difícil decir cuál está mejor, y constatamos que Maneguito ha recibido una buena herencia de su padre, el Manego.


Otra de las especialidades más conocidas de esta casa es la mojama de albur, y los langostinos salineros o langostinos de estero, y los camarones de estero. Podemos degustar también aquí el sublime pato guisado con arroz, que hizo famoso su padre, y que traen a la mesa en la misma olla en que ha sido guisado


Y terminamos, cómo no, con un pijama, sabroso surtido de postres caseros, exquisitos todos, acompañados por una copa de Pedro Ximénez de Osborne.


 Y sin más que agradecer a Jose Manuel el rato que nos ha hecho pasar, y prometiendo volver tan pronto como sea posible, seguimos camino en estas maravillosas tierras, plagadas de huertas y viñedos, y surcadas por el rio que los árabes llamaron "al-wadi-al-kabir", es decir "el río grande", o Guadalquivir,

jueves, 5 de mayo de 2016

BARES DE TREBUJENA. LAS COMPUERTAS


En la carretera que va desde Sanlúcar a Trebujena, bordeando el Guadalquivir, encontramos una venta que podriamos pasar de largo por su apariencia discreta, pero que sabemos de lo que se cuece en su interior. Se trata de la Venta Las Compuertas.  Esta carretera comarcal bordea el Guadalquivir, que forma diversas marismas en este recorrido, y en el que, a su paso por La Algaida, se encuentra el Caño de Martin Ruiz .En este caño se hallan unas viejas compuertas que regulan su cauce, y que dan nombre a esta venta. Aquí se crían, como en un vivero de acuicultura, los pescados de estero, y muy especialmente el albur, típico de aquí. Desde hace siglos, los riacheros viven de los pescados de estero y las angulas que da el Guadalquivir, y tienen aquí la sede de su Cooperativa, a la que se haya adosada esta venta.


Hay quien también le llama a este bar El Manego, que es el nombre con el que se conoce a su dueño, Jose Manuel Gómez Rodriguez, al que todavia no conocemos, ayudado por su esposa,  Juani Arellano. La apariencia es del clásico lugar de carretera, con manteles de papel, viejo luminoso de Cruzcampo y menú cantado por el propietario, y en principio nada haría pensar que se trata de un lugar muy especial, un lugar en el que si nos paramos vamos a disfrutar a la mesa. Aquí hay verdad en los fogones y se practica a diario una cocina casera de quilates.


Y ya aparece, cordial y amistoso, el Manego, que nos recita de memoria un largo menú en el que hay de todo, y todo bueno. En este lugar se pescan algunas variedades exquisitas de pescado, que son los peces de estero, como la lisa, que aquí llaman albur, pescado típico de la Desembocadura del Guadalquivir. En esta casa lo preparan como en pocos sitios, y el Manego nos cuenta que los pescados de estero del día, que se crían como en una piscifactoría regulada por la apertura de las compuertas,  son pescados por él, e incluso usted mismo puede elegirlo


Y este pez constituye una de las especialidades de la casa. Hay pocos sitios donde se puedan comer pescados de estero, y bien preparados, menos, pero este es uno de ellos, y de los mejores. Pero los esteros no son sólo hábitat idóneo para angulas y albures, sino también para aves migratorias como el pato, que es aquí otra de sus joyas culinarias. Sobre todo el arroz con pato, realmente excepcional. Así que nos decantamos por las dos especialidades autóctonas, el albur y el arroz con pato.


Del albur decir que encuentra en la plancha su mejor versión, para disfrutarlo en todo su sabor, y del arroz con pato, destacar que es uno de los mejores arroces que se pueden tomar en toda la Península..El pato, que acumula gran cantidad de grasa, y es muy sabroso, aporta un exquisito sabor a un arroz hecho en su justo punto, caldoso, con mucha sustancia, sublime. Se trata de una afortunada unión entre las aves que pueblan los humedales de la desembocadura del Guadalquivir y el arroz que se cultiva en las tierras desecadas de la Isla Mínima, que se transformó de humedal a labradío a tal fin. Plato hecho con ingredientes autóctonos y exquisito.


Y todo entre tierras albarizas, llenas de huertos y viñedos, donde se cría la uva palomino, con la que se harán  los vinos de Jerez, y a orillas del Guadalquivir,  este río que sirvió de canal de navegación para el comercio con el Nuevo Mundo, y que ha aportado agua a la agricultura, vino a la gente, y angulas y albures a los riacheros.