martes, 27 de octubre de 2015

BODEGAS MONTILLA.MORILES: BODEGA COOPERATIVA LA AURORA


Corrían los primeros años sesenta, y en el campo andaluz, pese al despegue económico de España en esta década, debido fundamentalmente al turismo, no había trabajo para todos.Las bodegas de vinos y licores y las almazaras de aceite empleaban a un importante porcentaje de los trabajadores del campo, pero había muchos otros que no conseguian un empleo que les permitiese ganarse la vida. Una cosa si había: campo para cultivar, y en enorme extensión.


Algunos de ellos tenían una pequeña extensión de tierra, pero insuficiente para explotarla comercialmente, dedicándola en buena parte de los casos al autoconsumo. Debido a ello, decidieron unirse bajo la forma de cooperativa..Aunando tierras, medios de producción, conocimientos y esfuerzos, vieron que aquello era posible y mucho mas viable desde todos los puntos de vista.



En el año 1964, en esta comarca vinícola, constituyen la cooperativa. Cooperar significa "operar con" o, lo que es lo mismo, ayudarse en el trabajo unos a otros.Sabia decisión la de aquellos hombres, a los que el tiempo daría la razón, recompensándolos por su esfuerzo.

Nace así en la comarca de Montilla-Moriles la Cooperativa Agrícola La Aurora, hoy conocida como Bodegas La Aurora, con el objetivo de hacer en esta zona vinícola unos vinos de alta calidad. Pero tierras había, y mucha necesidad también, y con ello llega el afán de hacer aceite, también con un sello de calidad, que adquiriría tanto prestigio en el mercado como los vinos.


Antes de nada, situémonos en estas tierras. La Denominación de origen Montilla-Moriles se halla al sur de la provincia de Córdoba. Limita al Norte con el Guadalquivir, al Sur con la Sierra Subbética, occidentalmente con el rio Genil y orientalmente con el rio Guadajoz.Las poblaciones que le dan nombre son las más notorias de la zona, por distintos motivos


Montilla es conocida por la calidad de sus uvas Pedro Ximénez y los vinos que con ella se elaboran Tambien por sus aceites, amparados por la Denominación de Origen Protegida Aceite de Lucena.Esta uva, orginaria del Rhin, fue traída por un soldado de las guerras de Flandes llamado Peter Siemens, que luego se castellanizó pasando a llamarse Pedro Ximénez, que dío nombre a esta uva. Muy rica en azúcares, es especialmente apta para la producción de vinos generosos. Representa el 90% de la producción de uva de esta comarca.

Es tambien conocida por el Castillo de Montilla, donde nació en 1453 Don Gonzalo Fernández de Córdoba, conocido como el Gran Capitan, por la generosidad que le caracterizaba a la hora de repartir el sueldo entre la tropa..El castillo fue levantado por su padre, Don Pedro González de Córdoba, Señor de Aguilar.Destruído en parte en el reinado de Fernando El Católico, fue reconstruído parcialmente en el siglo XVIII, en tiempos de Don Nicolás Fernández de Córdoba, Duque de Medinaceli y Marqués de Priego. Su extensión es de unos 168 km2.


Moriles, hasta principios del siglo XX,era una aldea de Aguilar de la Frontera llamada Zapateros. El  uno de Junio de 1912 el Rey Alfonso XIII firma la Ley que lo constituye como ayuntamiento independiente bajo el nombre de Moriles. Ya en el siglo XVIII contaba con trece lagares, lo que dió rigen a la aldea, y contaba con unos pagos llamados "Moriles Altos" y "Moriles Bajos", muy conocidos por la calidad de sus vinos.Su extensión es de unos 20 km2.


La Cooperativa, como decíamos, se constituyó en 1964 y fue un acierto haberse constituído como tal.Pronto colocaron sus vinos en los mercados y adquiereron merecido prestigio. En 1973, Juan Carlos de Borbón, aún siendo Príncipe de Asturias, entregaba a la Coopertaiva La Aurora el galardón de "Cooperativa Ejemplar".


Esta cooperativa se carateriza desde sus inicios por su rápida adaptación a las nuevas tecnologías y los avances que van surgiendo en la viticultura y elaboración del vino, evitando quedarse anquilosada en el pasado. Hace tiempo que tiene ya un molino de aceite de última generación en sus instalaciones, elaborando unos excelentes aceites amparados por la Denominación de Origen Aceite de Lucena.

La D.O.P Aceite de Lucena protege aceites virgen extra producidos principalmente con olivares de la variedad Hojiblanca, que ocupa una superficie superior al 90%  de la zona protegida. La oliva hojiblanca se llama también lucentina, por ser Lucena una de las zonas más caraterísticas de esta variedad, y es además uno de los municipos que integran esta zona elaboradora. Por ello toma el nombre de Lucena la D.O.P.

En la actualidad la cooperativa cuenta ya con 800 socios que con trabajo y dedicación han consolidado la empresa iniciada con acierto por sus antepasados, a los que pueden mirar a la cara porque han conseguido lo que aquellos empezaron con muy pocos medios.

Entre los productos que comercializa las Bodegas La Aurora destacamos los siguientes:

-Pedro Ximénez Solera 1981. Elaborado con uvas pasificadas Pedro Ximenez, está hecho a partir de una campaña excepcional que La Aurora guarda en sus soleras, Con una crianza de 10 años en botas de roble americano, presenta un color caoba oscuro, aromas pasificados propios de este tipo de vino, notas de cacao, dátiles, higos y torrefactos; con mucho cuerpo, untuoso, aterciopelado, largo y persistente.


- Amontillado Amanecer: tras cinco años de crianza biólogica, se le dan tres años mas de crianza en fase oxidativa, obteniendose un gran amontillado color ámbar, muy fragante, limpio en nariz,, en boca es punzante, con notas de frutos secos, de miel y regaliz, ligeramente avellanado, con postgusto largo y con un leve amargor muy agradable.

Entre los aceites destacamos Molino del Duque Virgen Extra, hecho con Hojiblanca y Picual, recolectadas en su estado óptimo de maduración, con extración solamente por porcedimeintos mecánicos, con bajo rendimiento graso,sin filtrar , por lo que conserva todos sus aromas y sabores naturales. Es una aceite muy rico en matices, suave, ligeramente picante, con notas suavemente amargas muy agradables.Presenta un color amarillo dorado, con tonos verdosos y pequeñas turbiedades propias de su naturaleza no filtrada, Puede presentar sedimentos, que no afectan a su extraordinaria calidad.


jueves, 22 de octubre de 2015

OTRAS D.O. ANDALUZAS: BODEGAS CRUZ-CONDE (MONTILLA-MORILES)


Qué destino tan privilegiado tuvieron aquellos que hace un siglo o más, se afincaron en tierras andaluzas. Aparte de desarrollar su vida en la que es para el que escribe la mas bella tierra de España, con gran diferencia, y es la tierra en la que mejor se vive. La tierra en la que vive la gente que se conforma con poco y que valora lo que se le ofrece, es decir, la gente más o menos alegre, y la tierra que está casi siempre bajo ese sol de oro que nos ilumina la vida.

En la bellisima comarca cordobesa de Montilla Moriles, lugar privilegiado para vivir y para beber, fundó en 1902 el comandante Rafael Cruz Conde las bodegas que llevan su nombre, fundando para ello una empresa que abarcase las tres fases del lnegocio vinícola: elaboración, crianza y comercialización.

La firma dió sus primeros pasos elaborando los vinos típicos de la zona, y pronto adquirió prestgio en aquellas tierras por la calidad de sus caldos. Pero Cruz Conde quería extender sus mercados a toda Andalucía y también al resto de España y parte del extranjero. Necesitaba una imagen que presentase las señas de identidad de la marca: tradición, clasicismo, elegancia y españolidad. Para ello , recurre a uno de los artistas que mejores retratos hace en Andalucía, al que le une una vieja amistad: Don Julio Romero de Torres. Entre 1920 y 1930 pinta para Cruz Conde la imagen de una cordobesa que alcanzaría una popularidad extraordinaria.

Cruz-Conde adopta el retrato de Romero de Torres como imagen de la bodega, Desde entonces, el retrato de la enigmática cordobesa iría ligado a la marca de la bodega, que elabora un logotipo con el retrato envuelto en un círculo con el nombre de la bodega y el año de fundación, y rodeado por unas hojas de parra.

La evolución de la bodega en los mercados es muy favorable, y los beneficios permiten acometer un ambicioso proyecto: una bodega subterránea, La contrucción de la bodega es de enorme envergadura, abarcando una superfiie de 14.000 m2, con 6 naves de techo abovedado, destinadas cada una a distintos cometidos.La bodega se ubica bajo el casco urbano, y alberga 8000 botas donde se crían los vinos. Cuenta además con  naves destinadas a la destilación, donde se ubica la Destilería La Cordobesa, con antiguos alambiques de cobre de principios del XX, y una planta de embotellado.

Los extensos viñedos de la bodega están dedicados a la uva Pedro Ximénez, que fue traída por un soldado de la guerra de Flandes llamado Peter Siemens, cuyo nombre se españolízó, tomando la forma de Pedro Ximénez. Esta uva representa el 90% de la producción en la D.O. Uva muy rica en azúcares, que se intensifican bajo el sol cordobés, dando un grado alchólico natural tras la fermentación de unos 15 º, lo que hace innecesario el encabezamiento del vino, al contrario que los jereces, a los que se incorpora el alcohol de adición hasta llegar a esos 15º.

La D.O. Montilla.Moriles, al Sur de la provincia, ocupa una extensión de viñedo de unas 10.000 hectáreas, de suelos calcáreos y clima mediterraneo de influencia continental. Estas vides quieren mucho sol, que aumenta su concentración de azúcares, poca agua, tiempo seco y muy cálido, Los mejores terrenos están en la Sierra de Montilla y Moriles Alto.

Cruz Conde elabora vinos de gran calidad, de las variedades tradicionales de la zona, además de brandys, anises y vinagres, cuya calidad hizo que Alfonso XIII nombrara a la bodega Proveedor de la Real Casa.

 Su Fino CC (Cruz Conde) está elaborado, como decíamos antes, con uvas Pedro Ximénez, las más representativas de la comarca, a diferencia de los finos y manzanillas del Marco de Jerez, que están elaborados con uva Palomino.
El Fino CC, hecho con el sistema de soleras y criaderas y con una crianza de 5 años, presenta un color pajizo claro, aroma punzante y almendrado, en boca es seco  y ligero, con muy agradable postgusto.Su graduación de 15 º es obtenida de modo natural, sin encabezamiento.

Destacamos también el Palo Cortado Abocado Especial, con una crianza de 5 años. En esta D.O. se dan pocos Palos Cortados, y éste es uno de ellos. Tras la crianza biológica bajo velo en flor, este vino, por presentar ciertos caracteres que lo hacen más adecuado para esta variedad que para el fino, le sigue una seguna crianza, ya sin el velo, en fase oxidativa. El resultado es un vino color caoba claro, con tonos topacio, muy fragante,en boca presenta notas de avellana, nuez, tostados y caramelo, postgusto largo y persistente.

Uno de los vinos más interesantes de la bodega es el Pedro Ximénez Solera Fundación 1902, de veinte años de larga crianza en las soleras fundacionales de la bodega, que datan de 1902. Es un vino color negro, con aromas pasificados, higos, vainilla, regaliz y torrefactos. En boca untuoso, dulce, con notas de dátiles, cacao, frutos secos y maderas muy viejas, con un postgusto un tanto amargo muy agradable.Verdadera joya de la bodega.
Otro producto muy especial de la casa es el Vermouth Rojo Reserva 1902. Un vermouth no es otra cosa que un vino con hierbas en maceración. Los orígenes del vermouth se sitúan en el 460 A.C, cuando el célebre médico Hipocrátes puso a mecerar en vino ajenjo y díctamo, obteniendo un vino de hierbas de uso medicinal. Pero fueron  los italianos los que lo hicieron popular y comenzaron su producción industrial. Inicialmente lo hacían para aprovechar los vinos que no tenían la calidad suficiente para ser embotellados con la etiqueta de la bodega elaboradora. Fueron Luigi y Giuseppe Cora en 1838 los pioneros en su elaboración industrial, en el Piamonte italiano.Parece mentira que tengan que ser los italianos, expertos en vender más que en la producción de calidad, los que den salida al mercado a nuestros vinos, aceites, anchoas, bonito y demás productos de los que somos país productor, No es este exactamente el caso de este vermouth ( o vermut, en el vocablo ya castellanizado), que está hecho con vino de gran calidad, pero al que se le ha querido dar otra salida, por diversificación y por idoneidad del producto. Este es un vermouth hecho con vinos envejecidos en botas de roble americano con crianza de 5 años y con una excelente selcción de hierbas.y especias.
Vamos a destacar por último el Brandy Gran Reseva Especial Solera 1902, hecho en las soleras fundacionales de la bodega, envinadas con Pedro Ximénez, con un envejecimiento de 15 años. Color caoba oscuro, en nariz presenta notas de vainilla y viejas maderas envinadas, en boca profundo y aterciopelado, con postgusto largo con  notas de higos y nueces.

martes, 20 de octubre de 2015

OTRAS D.O. DE ANDALUCIA: BODEGAS DELGADO (MONTILLA-MORILES)



En 1874, Don Antonio Delgado Gálvez funda en Puente Genil, junto a su mujer Doña Maria Estrada Pérez, las Bodegas Delgado. con unas pocas barricas de roble, un pequeño capital y su afición al mundo bodeguero..

En este bello lugar se hacían vinos ya en la época romana. Montilla-Moriles es una de las zonas elaboradoras más antiguas de España, aunque la Denominación de Origen haya llegado mucho tiempo después.Estas dos poblaciones dan su nombre a la Denominación de Origen, por ser las de mayor notoriedad en la zona, desde el punto de vista vinícola.  En el vecino pueblo de Moriles, entonces llamado Zapateros, Antonio adquiere una partida de botas de roble americano, en las que empieza a criar sus vinos.


Es verdaderamente meritoria la historia de aquellos bodegueros que, sin más patrimonio que su afición por el mundo del vino, sus brazos, su tesón y unos pocos ahorrillos, levantaron toda una bodega (que se dice pronto) y colocaron sus vinos en el mercado.



Antonio apostó desde el principio por la calidad, trabajando con las mejores uvas de la zona y con las excelentes botas de roble americano, adquiriendo pronto prestigio en la comarca y luego fuera de ella. La calidad es la cimentación más solida sobre la que asentar un producto, y en el mundo bodeguero, mucho más.


Los hijos de Doña Maria y Don Antonio continuaron con la actividad bodeguera que habian empezado sus padres. Antonio, Ana, Basilio y Manuel consolidaron el prestigio de la bodega, continuando con el compromiso de calidad que establecieron sus padres.. Manuel ,tras largos años dirigiendo una bodega chilena, se incorpora en 1918, dando un importante impulso comercial a la bodega. Manuel fallece en 1933 y la empresa se transforma en "Delgado Hermanos, S.L.".

Es digno de mención que durante la Guerra Civil, la bodega Delgado no padeció daño alguno, manteniendo intactas sus soleras,  lo que demuestra el arraigo de la bodega entre los habitantes de Puente Genil.
En 1940 la bodega abre nuevas instalaciones junto a la carretera de Puente Genil con Aguilar de la Frontera. bautizándolas como "Lagar de San Antonio", destinadas a la elaboración y crianza de sus vinos.


Manteniendo el compromiso de calidad que establecieron Don Antonio y Doña María, la bodega continua su exitosa trayectoria, incorporando las innovaciones técnicas que ofrece cada época, pero siempre respetando el carácter artesanal en la elaboración y crianza de los vinos.  En 1997 la bodega toma el nombre de "Bodegas Delgado, S.L.", y llega hasta nuestros días dirigida por la  cuarta generación.


Los vinos de Bodegas Delgado presentan una excelente relación calidad-precio y son vinos "para todo el mundo" y para todos los bolsillos, para que todos puedan disfrutar de la maravilla que son todos los vinos andaluces hechos bajo el sistema de soleras y criaderas. Vinos a precios asequibles pero de gran calidad, que nada tienen que ver con esos vinos de mesa, vinos de brick y vinos de guisar, esas porquerías que se ofertan en las estanterías de los mercados.  La calidad es el mejor cimiento para obtener un éxito duradero, y el de Bodegas Delgado data de finales del XVIII.

Entre los vinos de Delgado, tenemos en primer lugar un tipo de vino que no debería faltar en la gama de ninguna bodega de vinos finos. Se trata del fino en rama, es decir, sacado directamente de la bota, sin filtrar ni estabilizar por frío. Este tipo de finos presenta una frescura sin igual, muy frutal, y deben consumirse dentro de los tres meses siguientes a su embotellado.Por ello, no es fácil  encontrarlos en los mercados, a los que no interesa un vino de vida tan corta, por lo que es mejor dirigirse a la propia bodega on- line o a tiendas especializadas. El fino en rama Tertulia, presenta un color amarillo dorado, con las tonalidades verdosas y turbiedades propias de los finos sin fltrar, gran frescura, muy frutal y floral, típica de los finos en rama. Notas salinas, seco, almendrado, punzante y persistente. Una maravilla.

Otro vino muy especial es el Pedro Ximenez Delgado 1874. Un magnífico PX de larga crianza, más de 25 años,en muy antiguas soleras de la casa. Presenta un color caoba oscuro, aromas profundos a pasa, torrefactos, maderas viejas, avellanas, cacao.n boca es untuoso, largo,con  matices de caramelo, higos y miel.Este vino es Medalla de Oro en el Concurso Internacional de Vinos Bacchus 2002.

Merece especial mención el Amontillado Natural Muy Viejo, que tras la crianza biologica, ha tenido una segunda crianza, esta ya oxidativa, saliendo al mercado en cantidades limitadas con una crianza de 50 años, dando lugar a un amintillado viejísimo, de gran categoría, color caoba medio, bouquet muy complejo, con notas de pasas, tostados, cuero, en boca notas de  naranja amarga, regaliz, orejones, largo, muy persistente .Es también un vino con importantes galardones internacionales.
Debe destacarse también el Oloroso Delgado 1874, otro vino viejísimo, con crianza superior a 50 años, color caoba claro, muy fragante, como todo buen oloroso, de ahí su nombre. Su bouquet es complejo, con notas tostadas, barnices, almendras dulces.En boca presenta mucho cuerpo, es pleno, fresco ,con notas de frutos secos, pastelería, soleras muy viejas, Tiene un final algo punzante pero muy agradable.

Hemos destacado los que a nuestro juicio son los vinos más interesantes de Bodegas Delgado, pero presentan también otras gamas mas económicas de Olorosos, Amontillados, Pedro Ximenez y Finos de menor crianza, pero de gran calidad, asequibles a todos los bolsillos.Si no conocen este tipo de vinos, es la ocasión para .hacerlo. Esperamos que les gusten







lunes, 19 de octubre de 2015

OTRAS D.O ANDALUZAS: BODEGAS ALVEAR (MONTILLA-MORILES)



Juan Bautista Garcia de Alvear nace en Nájera (La Rioja) en 1657, en el seno de una familia originaria de Burgos que se afinca en tierras riojanas. Juan llega a ser alcalde y posteriormente es destinado a Cördoba como Administrador de las Rentas Reales. Casa en segundas nupcias con una noble cordobesa y nace Diego de Alvear y Escalera.


Diego se afinca en Montilla y se interesa en el mundo del vino y del campo. Adquiere unas pequeñas extensiones de viñedo  y con estas y una pocas botas funda en 1729 la Bodega Alvear, su particular afición. Empieza a ser un pequeño negocio y Diego adquiere cada vez más tierras, hasta conseguir una importante superficie de viñedo. Su hijo se incorpora al negocio y a finales del XVII logran vender un pedido en Inglaterra, iniciandose en el reducido mundo de los exportadores de vino al exigente y próspero mercado inglés.


Entre los descendientes de Juan cabe destacar a Diego de Alvear y Ponce de León, que fue marino, además de estar al cuidado de la bodega, y estuvo al mando de la fragata Mercedes, hundida en el Cabo de Santa María por los ingleses. De Argentina se trae a Carlos Billanueva, que sería con el tiempo el capataz de la bodega. forjándose una gran vinculación de la bodega con este país


Carlos Billanueva marcaba con sus iniciales (CB) las botas que contenían los mejores vinos, creando así los caracteres propios de los vinos de la casa. La bodega bautiza a su fino con el nombre de "CB·, es decir, con las iniciales del capataz que tan importante labor hizo en ella, siendo con el tiempo uno de los finos cordobeses más conocidos en el mundo.

Con 285 años de historia. la bodega Alvear es una de la más antiguas de Andalucía. Ya en octava generación, la bodega sigue estando en propiedad de la familia. En el ámbito nacional, su principal mercado está en el área mediterránea, desde Algeciras hasta Cataluña. En el ámbito internacional, el principal mercado es Inglaterra, con Holanda, Canadá, Australia y Japón.

 No vamos aquí a repasar todos los vinos que oferta Alvear, pues esta bodega se caracteriza por la amplitud de sus gamas, pero vamos a destacar los cuatro que consideramos más interesantes

Fino CB.

 A diferencia de los finos jerezanos, hechos con uva Palomino, Alvear elabora su Fino CB, al que bautizó con las iniciales de su capataz,  con uvas Pedro Ximenez, como se hace habitualmente en esta D.O. con los vinos finos. Por ello, al ser esta uva rica en azúcares, se elabora sin encabezamiento, es decir, sin alcoholes de adición. obteniendo sin embargo una graduación de 15º, propia de los finos encabezados. Vino color pajizo pálido, limpio y elegante, es seco y ligero al paladar, con notas de levaduras y miga de pan, punzante y fresco.

El Pedro Ximénez Solera 1830 es un vino excepcional. Criado en las primeras soleras de PX de Alvear, que datan de 1830, con muy cortas sacas y rociados, solo en botella de medio litro, se producen unas trescientas botellas al año. Vino viejísimo, caoba muy oscuro, en nariz con los aromas pasificados propios de esta variedad, matices de cacao, dátiles, en boca untuoso, notas de  higos secos, miel y café.
Un fino muy especial es el Fino en Rama 2008. Los finos en rama tienen la particularidad de que se presentan sin filtrar, ni han sido sometidos a procesos de estabilización por frio. Este fino de añada procede de una sola cosecha, sin trasiegos en criaderas, y como el anterior, sin encabezamiento. con crianza en bota superior a 30 meses. Color pajizo dorado, aroma limpio y profundo, con notas de levadura propias de los finos en rama, en boca amplio, pleno y salino, con notas de frutos secos, largo y persistente.

Otro PX muy interesante es el Pedro Ximénez Añada 2013. Se trata de un PX de añada, es decir, hecho con uvas procedentes de una misma cosecha y crianza de solo 12 meses, lo que podría llamarse un px "del año". No se trasiega el vino entre las criaderas. El de la cosecha 2011 tiene 100 puntos Parker. Color ámbar claro, fragante, con notas de higos, pasas y cítricos. En boca es muy dulce y untuoso, con notas de membrillo y miel.


En 1999 Alvear adquiere las Bodegas Palacio Quemado en Extremadura, en la D.O Ribera del Guadiana. En Tierra de Baños, con suelos arcillosos, altitud media superior a los 500 metros y marcado clima continental, se elabora la gama clásica de la bodega, con tres variedades: Palacio Quemado Tempranillo, Palacio Quemado Crianza y Palacio Quemado Reserva.

En una gama de vinos de tipo más moderno, saliéndose del clasicismo, cuando la añada lo aconseja, y en pequeñas cantidades, hacen la gama "PQ": PQ Primicia, PQ Ensamblaje y PQ Premium.

Alvear es una antiquísima bodega que merece ser visitada, conservándose la bodega primitiva, ya embebida en el casco urbano, y cuyos vinos deben probarse al menos una vez, empezando por los dos más especiales para nosotros; el Fino en Rama 2008 y el Pedro Ximenez Solera 1830.

viernes, 16 de octubre de 2015

REFLEXIONES SOBRE EL VINO DE JEREZ


No importa que en los bares veamos la barra atiborrada de vasos de cerveza o cola, que la gente vaya vestida lamentablemente, Tampoco importa que cuando viajamos, en el hotel no sepan darnos la bienvenida ni conducirnos a la habitación. O que en el restaurante no nos separen y arrimen la silla. O que nos crucemos en el pasillo con gente en albornoz proveniente de la sauna.

En la impoluta barra de mármol blanco o noble madera de las viejas tabernas y de los antiguos hoteles, siempre estará el catavinos con el dorado vino jerezano, y la mano de un caballero que lo acerca a los labios y se bebe toda el encanto de Andalucía a través de sus mejores frutos: los vinos de Jerez.

Hoy gran parte de la gente no sabe beber, ni comer, ni vestir, ni comportarse. Pero el sol de Andalucía, auque sea embotellado. no se tapa con un dedo.

jueves, 15 de octubre de 2015

BODEGAS DE JEREZ: BODEGAS PEDRO DOMECQ




Año 1725. Un joven irlandés, Patrick Murphy, llega a tierras gaditanas, con el proyecto de montar un negocio de telares. Próspero hombre de negocios, Murphy ve pronto que el negocio está en el vino de Jerez, y decide iniciarse en él, fundando para ello una sociedad mercantil en 1730. Éste es el primer antecedente de las bodegas Domecq, y por ello usan esta fecha como hito fundacional, aunque las bodegas con el nombre Domecq no se fundan jurídicamente hasta 1822.



Poco más tarde, aparece también en Jerez otro empresario, un francés llamado Jean Haurie, que inicia en la ciudad su actividad comercial. Se conocen, y Murphy convence a Haurie de las posibilidades de los vinos jerezanos. Haurie abandona sus negocios y se pone a trabajar con Murphy en las bodegas. Codo con codo, van cimentando el negocio bodeguero, extendiendo la superfiice de viñedo plantado y ampliando n¡bodegas de crianza. Colocan su vino en el mercado nacional y consolidan inportantes vias de exportación, fundamentalmente a Inglaterra. En 1672 fallece Murphy sin descendencia y lega a su estimado socio Haurie todos sus bienes.


Haurie continua el negocio de los vinos, ampliando notablemente el patrimonio de la empresa, con adquisición de tierras y bodegas, y abarcando todas las fases del negocio:  crianza, almacenaje, y exportación. Con el tiempo incluye en la empresa a sus sobrinos, pasando la sociedad a denominarse "Jean Haurie y Sobrinos", con la incorporación de eśtos al negocio: Juan José, Juan Pedro y Juan Luis, hijos de su hermano Pierre Haurie; Juan Carlos, hijo de su hermano Jean Pierre Haurie; y Pedro Lembeye, hijo de su hermana Marie, que se había casado con un noble francés llamado Arnaud Lembeye. A su vez, Pedro Lembeye tiene una hija llamada Catalina.


En 1794 fallece Jean Haurie, legando a sus cinco sobinos a iguales partes el negocio, con una obligación: deben crear una sociedad nueva, con duración de veinticinco años, o menos si fallecen cuatro de los cinco. En 1814 solamente  sobrevive Juan Carlos, que continúa con la  sociedad, ya casi en quiebra por la Guerra con Francia.


En 1816 llega a Jerez Pedro Domecq Lembeye, hijo de Jean Domecq y Catalina Lembeye, es decir, nieto de Marie Haurie, hermana del fundador.

Pedro Domecq Lembeye, en su condición de noble francés, había abandonado Francia por la persecucíon de la que era objeto la aristocracia por la Revolución Francesa de 1789.

Primero se había dirigido a Londres, donde trabajó en la sociedad "Gordon, Murphy & Co". Más tarde funda en 1809 la sociedad "Ruskin, Telford & Domecq" (uno de cuyos miembros es el padre de Ruskin, el conocido intelectual y crítico de arte) para la importacion de brandies y vinos jerezanos a Inglaterra y resto de Europa. Se hacen agentes exclusivos de "Jean Haurie y Sobrinos" en Inglaterra. Posteriormente, esta sociedad tomaría en 1865 el nombre de "Peter Domecq & Co.", como agente comercializador en Inglaterra de vinos y licores de diversa procedencia.

En 1818, Pedro Domecq adquiere a su tío Juan Carlos la firma "Jean Haurie y Sobrinos" y la tranforma en 1822 en la firma "Pedro Domecq".


Pedro Domecq Lembeye fue, pues, el primer Domecq que puso los pies en Jerez y quien dío nombre a la celebérrima bodega, y quien, con su incansable trabajo y dedicación, la situa en lo más alto del panorama vinícola jerezano. Adquiere nuevas tierras en los mejores pagos del viñedo jerezano, amplia las bodegas de crianza, abre nuevas vias de exportación. Recibe en 1823 la visita de Fernando VII, primera vez que un rey español visitaba unas bodegas, que lo nombra Gentilhombre de Cámara, Proveedor de la Real Casa y le otorga otros honores nobiliarios.


Pedro Domecq Lembeye tuvo cinco hijas, que se casaron con la más alta nobleza francesa.Con el tiempo, y la distancia, fueron desligándose del negocio familiar, en lo referente a su gestión. Por ello, Pedro dió a su hermano Juan Pedro Domecq Lembeye entrada en la firma, haciéndole socio, enseñándole el negocio y colaborando estrechamente en el mismo, para que fuera su sucesor.
Pedro fallece en accidente en 1839, y Juan Pedro le sucede en la dirección del negocio. Juan Pedro forma una sociedad a sextas partes con sus cinco sobrinas, que le venden sucesivamente su participación, hasta que en 1864 Juan Pedro tiene la titularidad única del negocio.

Durante su mandato, Juan Pedro adquiere al Marqués de Montana su Palacio en la Alameda Marqués de Domecq, convirtiéndose con el tiempo en punto de encuentro de los miembros de la Casa Domecq. Continúa la expansión de las bodegas. Juan Pedro no tiene descendencia, pero adopta a Juan Pedro de Aladro,  que desarrollaría una gran labor en las bodegas.


Incorpora a su sociedad a su sobrino Pedro Domecq Loustau, que ya residía en Jerez y que había trabajado en Londres en "Ruskin, Telford & Domecq", y en "Peter Domecq & Co.".  En 1869 fallece Juan Pedro Domecq Lembeye, siendo su legatario universal Juan Pedro de Aladro.

Pedro Domecq Loustau recibió el encargo de un cliente de elaborar 500 barriles de un aguardiente único y de extraordinaria calidad, sin reparar en tiempo ni gastos. Se pone a ello, y en dos años lo consigue. El azar acude en su ayuda cuando ese cliente que lo habia encargado manifiesta que no puede abonarlo. Pedro rescinde el contrato y ordena guardar el aguardiente en las barricas de roble envinadas que habían criado los vinos jerezanos ya vendidos. Cinco años más tarde, cuando  realiza una prueba del mismo, constata que se ha formado un licor de sabor, color y aroma únicos.


Pedro ve inmediatamente las posibilidades de negocio. El  nuevo destilado es de una calidad excepcional. Decide importar de Inglaterra más alambiques y maquinaria,  y cuando tiene ya una solera suficientemente grande, lo lanza al mercado en 1874. con el nombre de Brandy Fundador. Es el primer Brandy de Jerez de la Historia, y también el primer brandy producido en España.


El brandy de Domecq tiene un éxito extraordinario, y se acumulan los pedidos, tanto en el mercado nacional como en el internacional. Pedro Domecq Loustau dió un extarordinario impulso a la bodega, además de con la invención del brandy, con sus trabajos en el pago de Machamudo, uno de los mejores del Marco de Jerez, y la ampliación de las bodegas.

Es sin duda una de las figuras más importantes en la historia de la bodega e incluso de Jerez. Se casó con Carmen Núñez de Villavicencio, con quien tuvo 10 hijos, de los cuales sólo 6 sobrevivieron. Éstos fueron los primeros Domecq nacidos en España y deron lugar a las principales dinastías de la familia bodeguera. Con el tiempo, Pedro Domecq Nuñez de Villavicencio, se incopora a la bodega como el primer Domecq español.



Pedro Domecq Loustau, copropietario con Juan Pedro de Aladro de la empresa, falleció en 1894 y su esposa tomó la rienda del negocio y de la familia con gran acierto, mientras sus hijos eran demasiado jóvenes para hacerse cargo de la bodega. En 1920, el Rey Alfonso XIII le concedió a Carmen el Marquesado de Domecq D´Usquain,  por su gran labor en favor de las bodegas y de Jerez.

Entretanto, la filoxera arrasa los viñedos desde finales del XIX hasta bien entrado el XX, llegando incluso al Sur de España,  causando un enorme perjuicio a todas las bodegas españolas. Sus consecuencias se notarán durante varias décadas. Alfonso XIII, mostrando su preocupación por ello, visita las bodegas Domecq en 1904 y 1915


Juan Pedro de Aladro falleció en 1914 sin descendencia. Su viuda. al no tener heredero, vendió a la empresa, la parte correspondiente a su marido. El timón de la firma pasa a los hijos de Pedro Domecq Loustau: Pedro Domecq Nuñez de Villavicencio, Marques de Domecq, dirige la empresa en los años veinte, con sus hermanos Juan Pedro, José y Manuel. copropietarios de la bodega.


En esta década, la bodega experimenta una gran expansión, consolidando un alto volumen de negocio, lo que les permite  iniciar las dos grandes actividades secundarias de los Domecq: el caballo y el toro. Pedro comienza a desarrollar la cría del caballo, centrando su actividad en las razas española-cartujana y árabe-andaluza. Usando siempre caballos de la mayor pureza de raza, obtuvieron un gran prestigio en el mundo del caballo, constituyendo además uno de los símbolos de Jerez.


Al mismo tiempo, Juan Pedro Domecq Nuñez de Villavicencio inicia la cria de toros de lidia. Adquiere en 1930 la ganaderia del Duque de Veragua, descendiente de Cristóbal Colón, y 4 sementales al Conde de la Corte, llamando a su ganadería "Juan Pedro Domecq".

Incorpora al hierro la "V" de Veragua, cuya ganadería data de 1730. Con estas reses de gran pureza, constituye una de las más prestigiosas ganaderias de España. El primer "juanpedro" fue lidiado en Cádiz el 5 de Abril de 1931, y ese mismo año ya son lidiados en Las Ventas, con indulto del toro "Hortelano".


Sus descendientes continuarán esta senda de éxitos. Juan Pedro Domecq Díez consolidará la ganadería que fundó su padre en lo más alto del planeta taurino, criando sus reses en la finca familiar "Lo Alvaro" Los toros de "Juan Pedro Domecq" se lidian en los principales acontecimentos taurinos de la Maestranza de Sevilla, Las Ventas en Madrid, y en las principales plazas de España y América Latina.

Su hermano, Alvaro Domecq Díez, relanzará el arte del rejoneo, y será uno de los mejores rejoneadores de su época, Debuta en 1935 y toreará hasta 1950, en que se retira para desarrollar funciones públicas. Dedica parte de sus beneficios como rejoneador a la Obra Social Oratorio de Jerez, para niños necesitados, y a construír cuatro escuelas en Jerez. Fue alcalde de Jerez entre 1952 y 1957, y Presidente de la Diputación de Cádiz entre 1957 y 1967,  alternando estos cargos con su labor como Procurador en Cortes. y siendo siempre un gran benefactor de la ciudad.


Orgánizó gran cantidad de espectáculos benéficos, cuya recaudación iba destinada a socorrer a los más necesitados, en esa época de tanta pobreza en España, recibiendo por ello la Cruz de la Beneficencia. Recibiría también la Orden del Mérito Civil, la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica y la Encomienda de la Orden de Alfonso X el Sabio.

Además emprende la cría de ganado de lidia, formando una ganaderia propia a la que llamará "Torrestrella", una de las más importantes en el panorama taurino actual. Alvaro Domecq crea un encaste propio, con caracteres muy definidos, y sus reses se lidiaran en la smejores plazas del planeta taurino

Gran conocedor e investigador del toro, fue pionero en la inseminación "in vitro", que luego adoptaron otras ganaderías. Solo reaparecería en los ruedos en 1959 para dar la alternativa a su hijo Alvaro Domecq Romero en el Puerto de Santa María, y en 1988 para dar una simbólica alternativa a su nieto Luis Domecq Domecq en Ronda.


Falleció en 2005 y en Jerez, ciudad de la que es Alcalde Perpetuo, declararon tres días de luto. En su ciudad natal, se alza un monumento a su memoria, a lomos de su caballo. Muchas calles y plazas en Andalucia recuerdan su nombre. Un autentico caballero andaluz.


Alvaro Domecq Romero, hijo de Alvaro Domecq Díez, sigue la carrera de rejoneador con gran éxito y notoriedad, y funda en 1973 la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre. Institución consagrada a la enseñanza de la doma clásica y la conservación del caballo andaluz, tiene su magnífica sede en el Palacio del Duque de Abrantes. En ese año, Juan Carlos de Borbón, aún siendo Principe, le otorga el "Caballo de Oro", máximo galardón que se concede anualmente en el mundo ecuestre,  por su dedicación y labor en favor del caballo andaluz.


Se retira en 1988 para dedicarse a la ganadería de lidia y al caballo andaluz. En 1994 la bodega es vendida al grupo Allied Lyons. Pero Alvaro Domecq no quiere abandonar la actividad bodeguera, tan ligada a la familia y de la que tanto saber y experiencia atesora,  y en 1999 adquiere a Pilar de Aranda sus antiguas bodegas del XVIII. Se anuncian a nombre de "Bodegas Alvaro Domecq, S.L." y comienzan a criar vinos jerezanos de gran calidad, desde el Fino La Janda, hasta el Pedro Ximénez 1730.



De nuevo el celebérrimo nombre de Domecq aparece ligado a la historia bodeguera de Jerez. En el año 2007 da entrada en el accionariado al grupo Inveravante, obteniendo con ello un gran respaldo financiero. No nos extrañaría ver pronto una nueva aventura bodeguera a nombre de Domecq, y sería una lástima que no se aprovechase tan larga tradición de saber hacer bodeguero y señorío, con un sólido compromiso con la calidad y la autenticidad.


Retrocedamos a la generación anterior. Juan Pedro Domecq Solís, hijo de Juan Pedro Domecq Díez, continuaría la empresa ganadera de su padre, situándola en las principales plazas de España y Sudamérica, y alternándola con la cría del cerdo ibérico y la consolidación de una gran empresa de jamones y embutidos ibéricos con el nombre "Juan Pedro Domecq." de gran éxito y prestigio comercial, tanto a nivel nacional como internacioinal.


Al fallecimiento de Juan Pedro Domecq Solis en 2011. le sucede al frente de sus empresas de ganado de lidia y jamones ibéricos su hijo Juan Pedro Domecq Morenés.

En un rápido resumen en la gerencia de las bodegas Domecq, anotamos que tras Pedro y Juan Pedro Domecq Nuñez de Villavicencio, dirige en los años treinta la bodega Pedro Domecq Rivero, asistido por sus primos Pedro Domecq Gonzalez y Pedro Soto Domecq.


En 1941 Pedro Domecq Rivero lleva a cabo la transformación de las bodegas de Sociedad Regular Colectiva en Sociedad Anónima, consolidando una gran expansión en el mercado nacional. Pedro y Jose Ignacio Domecq González potencian el mercado europeo y americano, incorporando tecnologías de vanguardia en sus empresas en América Latina.


En los años cincuenta, importantes desequilibrios en las economías de America Latina hacen reorientar la actividad de las bodegas, Jose Ignacio Domecq inicia la elaboración y supervision de brandys en México, Argentina, Colombia, Venezuela y Brasil.

En los años sesenta y setenta experimenta la bodega una gran expansión comercial, sobre todo en España e Hispanoamérica, en un contexto de gran crecimento económico de nuestro pais.


En los ochenta se produce la incorporación del Grupo Mora-Figureoa al accionariado de Domecq, y se inician los procesos de diversificación e incorporación de nuevas marcas.

En los noventa, la incorporación del grupo DYC y de Terry, llevan al grupo Domecq a los mejores resultados económicos de su historia.

En 1994, la multinacional británica Allied Lyons, que ya estaba en el accionariado, adquiere la totalidad de Domecq, pasando a llamarse Allied Domecq. constituyendo uno de los primeros grupos mundiales en el sector de vinos y bebidas.


Ya que fueron los Domecq los inventores de los brandys, empecemos por éstos..


FUNDADOR

Domecq elabora desde 1874 el brandy Fundador, el primer brandy español que se lanzó al mercado y el primer brandy de Jerez que se hizo. Ya lo tomaba Fenando VII. Aún se conserva una bota de aquellas 500 que elaboraron el primer brandy en 1874, firmada por Alfonso XIII. Color ambar,, fragante, limpio, amaderado y elegante, de suave persistencia. Su nombre, en homenaje al fundador de las bodegas Domecq, Pedro Domecq Lembeye.

CARLOS III.

Brandy Solera Reserva, de más larga crianza que el Fundador. Los mejores destilados, criados en barricas de roble americano, y con una segunda crianza en botas envinadas de Pedro Ximénez. Ambar con destellos dorados, muy fragante, con notas de vainilla, toffee, torrefactos y suaves matices amaderados.


CARLOS  I.

Brandy Solera de Gran Reserva.

Muy larga crianza, en las más antiguas soleras envinadas. Toma unos tonos ambar hacia caoba, con cuerpo, redondo, pleno, con matices de pasas, cacao, miel y torrefactos.Uno de los mejores brandys de Jerez, con el Cardenal Mendoza y el Conde de Osborne.

Hemos traído a este blog la preciosa botella antigua, aunque en la actualidad se presenta en esta otra, también de gran elegancia.

Se completa la gama con el Carlos I Solera Imperial, con crianza de quince años en las más antiguas soleras de Domecq. Excelente brandy color ámbar oscuro hacia caoba, de aroma fino y elegante, notas de pasas, ciruelas, vainilla y torrefactos, muy redondo, con suaves notas de viejas maderas.jerezanas.

Y sigamos con los vinos.

Fino La Ina.



En el siglo VIII, las tropas del rey Don Rodrigo acamparon en unos llanos próximos a Jerez, para acometer la batalla contra las tropas de Tarik, que llegaban desde el norte de Africa. Los árabes iniciaban la conquista de la península derrotando a los godos en la batalla de Guadalete, al grito de "a hina" -al ataque- en el 711. De aquí viene el nombre de La Ina, con el que quedaron bautizados aquellos llanos. Aún subsiste el pago de La Ina, regado por el Guadalete, dentro del término municipal de Jerez de la Frontera.


En estas tierras y otras adyacentes se cultiva la uva palomino con que se hace el Fino La Ina. Presenta un color pajizo claro, muy seco, redondo, con notas almendradas y salinas, ligeramente punzante, con final largo y persistente. Un fino clásico de mucha categoría.

Amontillado Botaina.

Este vino toma su nombre del viñedo del que era primitivo propietario Antonio Botaina, de donde procedían las uvas con que se hacía este amontillado. Tras una crianza biológica bajo velo en flor, se le da una segunda crianza en ausencia de velo, en fase oxidativa, en la que el vino toma tonos más oscuros y su bouquet se incrementa. Muy fragante, con notas de nueces, orejones, naranja amarga, ligeramente salino. muy largo y persistente.


Oloroso Rio Viejo.

Para el consumo familiar, los Domecq eligen la añada de 1918 por ser de excepcional calidad en el pago de Machamudo. Juan Pedro Domecq poseía una magnífica finca llamada Río Viejo a orillas del Guadalete, donde los Domecq reunían a sus amistades y les ofrecían el magnífico oloroso del 18.

Este hecho hizo que aquel vino fuese conocido como "el vino del Río Viejo", y así se reservaron aquellas soleras de 1918 para elaborar el Oloroso Rio Viejo. Tras la crianza biológica, larga crianza sin velo en fase oxidativa, que da a este vino un color ámbar oscuro con tonos cobrizos, notas de almendra tostada, maderas jerezanas, fruta desecada, con mucho cuerpo, muy redondo y fragante


Oloroso viejo La Raza

En 1892, Domecq decide elaborar un vino para conmemorar el 400 aniversario del Descubrimiento de América. Para ello, designa unas soleras para criar este vino, por el tradicional sistema jerezano de soleras y criaderas. El vino se presenta el Doce de Octubre, coincidiendo con el Día de la Hspanidad, y día del Descubrimiento, y se le bautiza con el nombre de La Raza, en homenaje a la riqueza cultural que supuso el mestizaje de razas a que dió lugar, y a aquelllos hombres extraordinarios que lo consiguieron. Causó admiración en la Exposicion Universal de Sevilla de 1929, donde ya "llovieron los pedidos" de los dos lados del Atlántico.

Es un oloroso dulce muy viejo, de color caoba, con matices pasificados, notas de larga crianza en maderas jerezanas, toffee, regaliz, torrefactos, miel, muy redondo y persistente

Venerable PX

Es un Pedro Ximenez de larga crianza, con el sello VORS ( Very Old Rare Sherry: muy viejo y escaso Jerez) que certifica una crianza de 30 años o más en botas jerezanas. El otro sello que otorga el Consejo Regulador es V.O.S. (Very Old Sherry), que certifica una crianza mínima de 20 años.

Criado en soleras de 1902, es un vino de color caoba oscuro con las notas propias de larguísima crianza, de pasificación, tostados, caramelo, yodo, maderas muy viejas, cacao, muy redondo y persistente, de gran cuerpo, oleoso, aterciopelado.

Sibarita PX

Es otro Pedro Ximenez VORS.
En el caso de este vino, la uva Px de que está hecho viene del pago de Machamudo, que se ubica en la mejor zona de viñedos del Marco. La solera de Sibarita se halla en la antigua bodega El Molino, donde aún se hallan las botas fundacionales de Domecq, de 1730, con 285 años. Allí se cría este extraordinario vino, en soleras de 1792, envejecido durante décadas, bajo los más expertos cuidados, para llegar hasta nuestros dias. Cabe decir que este vino merece un monumento en una plaza de Jerez.



 Amontillado 51-1ª

Es un amontillado muy viejo. También con la certificación VORS. Criado en soleras de 1830, con envejecimiento superior a treinta años.Es uno de los vinos más escasos y preciados de Jerez. Color ámbar hacia topacio, ribetes dorados, capa media, compleja fase olfativa plena de aromas, matices de avellanas, regaliz, miel, maderas finas, untuoso, aterciopelado, estructurado y persistente.

Capuchino
Es un jerez palo cortado. ¿Que es un palo cortado?  La definición no es fácil. El Consejo Regulador de Denominación de Origen Xéres-Jerez-Sherry, lo define como un vino que aúna la delicadeza y finura en nariz del amontillado con la estructura y redondez de un oloroso. Es una definición organoléptica, y no sienta cátedra sobre su elaboración. Con lo valorados que está ahora mismo estos vinos, con la consiguiente demanda, muchas bodegas se han apresurado a ofertar esta variedad, aunque en ocasiones por procedimeinto poco ortodoxos. Pero, ¿cual es el procedimiento auténtico?

Una vez introducido el vino en la bota y encabezado (con el alcohol de adición ya incorporado y elevada la graduación a 15º), el capataz practica una prueba, y las botas que presentan el suficiente grado de finura, limpidez y pureza para elaborar fino (jereces secos) son marcadas con una tiza con una raya o "palo" en sentido vertical. Cuando una bota, por diversos motivos, se aparta de estos caracteres de finura y limpidez, es señalada con la tiza con un palo que "corta" al palo con que inicialmente había sido señalada esa bota. De ahí el nombre de "palo cortado". Los motivos pueden ser varios: especiales particularidades que se presentan en la bota, fluctuaciones en el velo en flor, predominio de ciertas cepas de levaduras en la flor, etc, pero se presentan espontáneamente, sin que el hombre las provoque. En este caso, la bota se "reencabeza" hasta los 17 o 17,5 grados, con lo que desaparce el velo, y se destina a la crianza oxidativa,, en que el vino se torna más oscuro y con los matices que da el envejecimento en fase oxidativa. Si posteriores catas de esta bota denotan que el vino debe ser de nuevo "corregido", se reencabeza de nuevo otra vez, o más veces, dando lugar a la definición "dos cortados", "tres cortados", etc.

Se trata así de un vino que surge "cuando quiere", aunque también se puede provocar, sin que ello sea óbice para hacer un excelente vino.Pero algunas bodegas, ante la actual demanda y valoración de estos vinos, ofertan como palos cortados lo que antes anunciaba como olorosos o amontillados. El proceso de elaboración y crianza es muy parecido y son muchos los que se aprovechan de la ignorancia mayoritaria del gran público ante estos vinos, muy poco conocidos y escasos hasta hoy.


Domecq nos ofrece esta maravilla embotellada, también con la certificación VORS. Criado en soleras de 1790, de color caoba brillante, potentes aromas avellanados, matices de maderas jerezanas muy viejas, delicado y punzante en nariz, como los buenos amontillados, con cuerpo y vinosidad como los buenos olorosos, paladar seco, equilibrado. elegante y muy persistente.


Aunque el capital sea extranjero, en Domecq se siguen haciendo las cosas como se hacían hace casi tres siglos, con su compromiso de calidad y autenticidad. Los tiempos cambian y el dinero cambia de manos, pero en el recuerdo está siempre la memoria de estos verdaderos señores, que vivieron como reyes y entre reyes, sin por ello perder su sencillez y su contacto y ayuda a los más humildes trabajadores y personas necesitadas.

Los millonarios de hoy, una vez consolidada su fortuna, miran al ayer. Una vez conseguido el nivel económico, se intenta obtener relieve social. Adquirir tintes aristocráticos, y seguir los pasos de aquellos caballeros que hicieron de la profesión bodeguera un arte y una forma señorial y a la vez placentera y divertida de vivir. El señorío no se improvisa, pero les honra seguir su senda y haber tomado tomado este ejemplo y no otros. Bienvenidos sean.