martes, 9 de junio de 2015

LOCALES DE MADRID CON HISTORIA: LAS FATIGAS DEL QUERER


Poco se sabe de la historia de la taberna "Las fatigas del querer", salvo que fue fundada en los inicios de la década de los felices 20, y que pasó por infinidad de propietarios y largos períodos en que permaneció cerrada. Hasta que encuentra una estabilidad en 2006, año en que es reabierta, con sus señas de identidad de vieja taberna madrileña bien conservadas, y parece que muy fieles a su estética incial.

Debe su nombre al estribillo de una bulería llamada "Dame un poquito de agua", que inmortalizó Camarón de la Isla en una memorable actuación teniendo a la guitarra nada menos que a Paco de Lucía.

Una preciosa fachada con azulejos pintados a mano de fondo amarillo y algunas carpinterias interiores pintadas en verde, nos revelan que estamos ante una tasca de ambiente andaluz. Toda la taberna es un homenaje a Julio Romero de Torres, con abundantes reproducciones en sus paramentos de obras del genial pintor andaluz.


Dos arcos carpaneles nos invitan a pasar al interior, en el que encontramos una fabulosa barra de madera labrada (quedan muy pocas de éstas) y tras ella unos preciosos botelleros de madera en el mismo estilo.
La barra de esta taberna es unos de los lugares más idóneos de Madrid para catar un fino o manzanilla bien refrescada, como diría Antonio Machado acerca de su inspirador Don Guido. Mesas de mármol verde, altos techos sustentados por gruesas columnas de madera, y zócalo de madera machiembrada a media altura. El comedor presenta ya zócalos hechos con antiguos azulejos del gran ceramista Manique. Sobre éstos, profusión de pinturas que reproducen los famosos retratos femeninos de Romero de Torres.


En barra, podemos degustar ya unos excelentes ahumados e ibéricos, quesos curados, unas deliciosas croquetitas de jamón, unos callos o lo que nos apetezca. En cuanto a la carta, están presentes el salmorejo, las tortillitas de camarones, el rabo de toro, el solomillo al Jerez y otras especialidades de la cocina andaluza. Pero también tenemos notas de otras cocinas regionales, como los callos a la madrileña, la merluza a la vasca o el chuletón de Ávila. Precios más que razonables, servicio cordial y atento, local con historia, cocina autentica sin trucos ni absurdos experimentos.¿Encuentran ustedes muchos puntos en común con los locales minmalistas,  insípidos, donde se come mal, caro, escaso y aburrido?

Echen un vistazo a la pizarra, y verán que se cobra lo justito. No se lo pierdan.


LAS FATIGAS DEL QUERER
C/Cruz, 17
915 23 21 31
De 12:00 a 01:30
Viernes y Sábado hasta las 02:30

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