lunes, 28 de septiembre de 2015

BODEGAS DEL MARCO DE JEREZ: BODEGAS LUSTAU



Para comprender qué significa la bodega Lustau en el Marco de Jerez, es preciso explicar que significa la palabra almacenista en este caso. No es necesario aclarar que no se trata de alguien que en un almacén se dedica a amontonar cosas para su posterior distribucion o venta.

En este caso, tiene un significado mucho más amplio. El mundo del vino cautiva a todo el que se acerca a él. A no ser que se trate de un zoquete, en seguida querrá saber cómo se hace el vino: cómo se cultiva la uva, cuando se vendimia, como se fermenta, como se cría y cómo se elige cada añada. En este caso, sucede en el aficionado lo mismo que sucede en el vino: si no hay buena uva, no se consigue un buen vino. Así pues, el aficionado debe reunir especiales cualidades, instintos y calidad intelectual suficiente para adentrase con aprovechamiento en este especialísimo mundo. Muchos son los que sueñan con elaborar su propio vino. y con embotellarlo con su nombre.


Son especialmente notorios los casos de millonarios o altos directivos de grandes empresas que, al llegar su jubilación, se meten a bodegueros, con mayor o menor fortuna. A veces se intenta con ello adquirir tintes de nobleza, al estar ésta tan relacionada con este mundo vinícola, sobre todo en Andalucía. Pero en la mayor parte de los casos, los resultados suelen ser buenos. Se adquieren las tierras adecuadas, se preparan para el cultivo de la vid, se contratan buenos viticultores, buenos enólogos y buenos distribuidores, y el resultado es bueno. Se hace casi por afición, y se busca más un buen vino que el rendimiento comercial. al ser personas con gran patrimonio.Con estos fundamentos, el resultado es bueno casi siempre.


Pero no nos referimos a estos casos. Nos referimos a otros mucho más meritorios.Los de personas humildes que, atraídos por el mismo encanto del vino, lo llegan a poner en las estanterías de los mercados o en las cartas de los grandes restaurantes a base de trabajo, esfuerzo y dedicación.

Volvamos al término almacenista, aplicado a estos casos. El almacenista era alguien que, buen afcionado y ya gran experto en materia vinícola, criaba los vinos en sus almacenes y las grandes firmas, ya con sus agencias de exportación, se encargaban de venderlos en el exterior. El vino, ya criado y envejececido con los mismos cuidados y sabiduría que se aplicaban en las grandes bodegas, era etiquetado con el nombre del almacenista, que era signo de caldad y garantía.


 Muchos almacenistas criaban vino y lo vendían a las grandes firmas, que lo mezclaban en soleras propias, y otros sólo lo vendian a éstas para que  lo vendiesen a través de sus canales de venta en el extranjero. En todos los casos, se trataba de verdaderos expertos en la cria y envejecimiento del vino, con una contrastada calidad profesional.

Este es el origen de las Bodegas Lustau, cuya historia es la siguiente. En 1896, José Ruiz-Verdejo era secretario judicial destinado en tierras gaditanas.Tenía una finca llamada Nuestra Señora de la Esperanza, en la que plantó una viña, y en la que había un gran almacen, donde comenzó a criar vinos que las grandes firmas exportadoras vendían en distintos países.

Emilio Lustau Ortega, yerno de José, trasladó la bodega al Barrio de Santiago, en la zona antigua de Jerez. En antiguas bodegas anexas a la muralla, seguía criando vinos de Jerez como almacenista. Así trancurrieron los años, siguiendo con su buen hacer bodeguero, hasta que en 1950 la empresa se hace exportadora de sus propios vinos, embotellando con sus marcas.

Así comenzaria la bodega una gran expansión, que se desarrolló en las décadas siguientes. En 1980, la incorporación de Rafael Balau hizo de la bodega una de las más innovadoras y prestigiosas del Marco de Jerez. En 1988 lanzan su gama Lustau Solera Reserva, usando las soleras originarias de sus comienzos como almacenista, con una selección de jereces de pequeñas bodegas, con una elegante botella y etiquetado. En 1990 Bodegas Lustau se integra en el Grupo Caballero, obteniendo así el respaldo financiero para seguir con su excelente labor bodeguera, dándole nuevas posibilidades de desarrollo. Las viñas de Las Cruces, en Chipiona, y Montegilillo, en Carrascal, pasan a formar parte de Bodegas Lustau.


En el año 2000, seis antiguos edificios bodegueros del XIX, procedentes de Bodegas Domecq, pasan a formar parte de Lustau, que traslada alli su principal actividad bodeguera. Bodegas Lustau ha sido objeto de diversas distinciones y galardones, como los de "Mejor Bodega Española", otorgada en Londres en 2011 por Wine and Spirit Competition, o el Premio al Mejor Enólogo del Mundo de Vinos Generosos, otorgado siete años consecutivos a Manuel Lozano, enólogo de la casa, por el International Wine Challenge en Londres.

Los almacenistas que proveen a Lustau son:

Jose Luis González Obregón. Fue Capataz General de una de las gandes bodegas del Marco. Al jubilarse en 1959 cumplio su viejo proyecto de ser almacenisa y hacer sus propios vinos.Posee antiguas soleras de gran categoria y produce el Fino del Puerto Obregón, el Oloroso y el Amontillado (del Puerto Obregón).


Juan García-Jarana. La bodega de Juan está en el Barrio de Santiago, en el casco antiguo de Jerez. Allí envejece finos, olorosos, amontillados y Pedro Ximénez de extraordinaria calidad. De ellos. merece especial mención el Lustau Almacenista Oloroso Pata de Gallina, autentica joya enológica, que eligió Lustau para su gama Lustau Almacenista.


Manuel Cuevas Jurado.Era un prestgioso vendedor de ultramarinos que comenzó su actividad como almacenista en 1950 Tra su fallecimiento, sus hijos y nietos continúan su labor como almacenistas de vino. Producen la Manzanila Pasada y el Amontillado de Sanlúcar de la gama Lustau Almacenista.


Vides. Fue fundado por Tomás Domecq Rivero en 1958. Hoy es el propietario de Vides Fernando Manjón Domecq, nieto de Tomás. En su almacén envejecen Palo Cortado y Oloroso, de gran calidad. Especial mención del Palo Cortado Vides, que Lustau eligió para su gama Almacenista.


Este es un ejemplo de cómo, con pocos medios y mucha dedicación, se pueden hacer grandes cosas.

viernes, 25 de septiembre de 2015

BODEGAS DEL MARCO DE JEREZ: GONZALEZ BYASS


Corría el año 1835 cuando un joven, Manuel González Ángel (1812-1887), caminaba en compañía de su tío José Ángel Vargas (el tío Pepe) por las calles de la zona vieja de Jerez. José era un gran experto en vinos de Jerez, siempre en busca del fino perfecto, y éste comentó a su sobrino que estaba haciendo una selección de soleras (botas antiguas de vino) con las que creía que se podía elaborar el mejor fino que se hubiera hecho hasta la fecha.

Pasado algún tiempo, Manuel haría realidad el sueño de su tío, y empezaría su actividad bodeguera con las botas que José, el tío Pepe, había seleccionado para hacer el mejor fino del mundo, llamándolas "Solera del Tío Pepe", algunas de las cuales aún se conservan.




Manuel sabía de la buena marcha de las bodegas gaditanas y su provechosa faceta exportadora. Consigue vender algunas botas en Inglaterra. Al poco tiempo recibe numerosos pedidos, por lo que decide asociarse con su agente en Inglaterra, Robert Byass, a quien envía una carta fechada en 1836, comunicándole su proyecto de hacer el mejor fino del mundo y venderlo en Inglaterra.

En 1863 esta pequeña sociedad pasa a denominarse González Byass. Lo que fue ese primer año un pequeño envío de diez botas a Inglaterra, se transformó en pocos años en una enorme actividad exportadora, logrando ser el Tío Pepe el fino más vendido en el mundo. En homenaje a alguien tan importante en la historia de las bodegas y de Jerez, una gran estatua se alza hoy orgullosa en una calle de las Bodegas González Byass en Jerez.



Una figura clave en las bodegas fue Manuel González Gordon, conocido informalmente entre las gentes de Jerez como "Tío Manolo". Fue una de las personas que más investigó y se afanó en conseguir un fino de extrema calidad. González Gordon, Marqués de Bonanza, era hijo de Pedro González de Soto, Marqués de Torresoto, y de Nicolasa Gordon Wardhouse. Además de ser uno de los mejores elaboradores de vinos y brandys jerezanos, era escritor y se doctoró como ingeniero industrial.

Hombre amante de la investigación, fue uno de los personajes jerezanos que más ha sabido de vinos y brandys de Jerez. Se casó con Emilia Díez, hija del fundador de las Bodegas Díez. Fue el Presidente de Bodegas González Byass desde los años veinte hasta los años sesenta. Además de posicionar el Tío Pepe en los mas alto de los finos jerezanos (junto con el Fino Quinta de Bodegas Osborne y el Tío Mateo de Bodegas del Marqués del Real Tesoro) bajo su presidencia adquirió el Tío Pepe su mayor popularidad, con una imagen que le hizo famoso en el mundo entero: la botella jerezana con el sombrero rojo cordobés y los brazos en la cintura.


González Gordon encomendó el diseño a Luis Pérez Solero, que fundó en 1929 una de las primeras agencias de publicidad en España, y en 1934 fue contratado por González Gordon como Jefe de Propaganda de la bodega. González Gordon sabía de la importancia del marketing ya en esa época, y que no bastaba con hacer un gran fino, sino que había que hacerlo famoso. Consiguió con ello que el Tío Pepe fuera conocido en todo el mundo, y que su imagen fuese uno de los símbolos españoles mas populares dentro y fuera de nuestras fronteras.


Manuel González Gordon donó importantes capitales a obras de beneficencia. Fue nombrado Hijo Predilecto de Jerez y le fue concedida la Gran Cruz de la Beneficencia. Fue además Caballero del Imperio Británico.


Manuel González Gordon tuvo cuatro hijos de su matrimonio con Emilia Díez: Dacia, Luisa, Mauricio y Jaime. En otoño de 1923 daba a luz a su segundo hijo, Mauricio, que sería otra figura excepcional en la historia de la bodega


Maurcio González-Gordon y Díez nació en Londres, pues las bodegas González Byass tenían delegación en la capital británica y casa abierta en Londres todo el año, donde Manuel pasaba largas temporadas. Mauricio aprendió a hablar en inglés antes que en español.


En 1945, ya en España, se graduaba en Ciencias Químicas por la Universidad de Sevilla, y poco tiempo después entraba en la empresa familiar. Siempre dió una gran importancia a la investigación, buscando siempre la excelencia. En 1946 viaja a Nueva York con once cajas de vino, y de ahí a California, donde le espera Mr. Amarine, uno de los mayores expertos enólogos mundiales. A su regreso a España, convence a su padre de la necesidad de contar con un centro de investigacíon propio.  Nace así el primer centro de investigación enológica en España, de carácter privado. No esperaron una subvención pública. Lo hicieron sin más.


Mauricio era nombrado en 1961 Consejero-Delegado de la bodega, y entre 1993 y 1999 fue su Presidente. Pero los méritos de Don Mauricio vás más allá.El Parque Natural de Doñana, una de las reservas naturales más importantes de Europa, ha llegado hasta nuestros días gracias a él. En la década de los cincuenta, con aquella absurda política que habia en la época de desecar todos los humedales que se encontraban a su paso, se estuvo a punto de intentar desecar toda la desembocadura del Guadalquivir.


Y si aquella barbaridad no se llevó a cabo, fue gracias a la intervención de Don Mauricio, que luchó denodadamente por ello, convenciendo a las más altas instancias del país en aquella época, de que aquello era un disparate y que había que preservar aquel ecositema único en el mundo.Se detuvo tan absurdo plan, y gracias a ello, podemos hoy disfrutar de Doñana y su entorno.



Don Mauricio murió con 89 años, siempre tomó una copa de Jerez al día y quizá por ello llegó a esta edad, siguiendo la tradición de longevidad de su familia, pues su padre, Manuel,  lo hizo con 94 y su abuelo, Pedro, con 97. Lástima que ya no estén entre nosotros, para dar ejemplo, en esta mierda de sociedad de palurdos que hay que soportar hoy día.


Así va haciendo su historia una sociedad mercantil que forjaría toda una leyenda en el mundo entero. Las Bodegas González-Byass adquieren rápidamente un gran prestigio, tanto en el mercado nacional como en el internacional, muy especialmente el británico. Y en el año 1835, el mismo año de su fundación, consigue embarcar 10 botas a Londres. La cifra sube a 62 en el año 1836, y en 1839 ya son 406 las botas exportadas a Inglaterra.  La bodegas elaboran también, desde 1850, otras bebidas, como los brandys jerezanos, del que el más famoso fue el célebre "Lepanto". González Byass elabora asimismo, además del fino, todos los jereces, desde el amontillado al oloroso o al palo cortado, todos ellos de excelente calidad y auténticas joyas enológicas




Dos bodegas principales tiene González Byass en Jerez. Una es la Real Bodega de la Concha, revolucionaria en su día por su diseño, de forma redondeada. Fue levantada en honor de la Reina Isabel II, diseñada por Gustavo Eiffel y visitada posteriormente por Alfonso XII, Alfonso XIII y Juan Carlos I. Allí se cría el Amontillado La Concha, en 214 botas jerezanas.


Otra es la Bodega de los Apóstoles. Construida en 1857, al poco tiempo de construirse, se organizó en 1862 una pisa de uvas en honor de la reina Isabell II. Como resultado de ello,  se obtuvieron 33 botas de vino, que se depositó en un gran tonel de 16500 litros, al que se bautizó como El Cristo por los 33 barriles (edad de Cristo) que se llenaron con el brandy jerezano. Las botas llevan el nombre de los Apóstoles, y es de ahí de donde toma el nombre  esta bodega.




Los Byass abandonaron la sociedad en 1988, transmitiendo su parte a los González, que siguieron con el negocio, manteniendo el nombre de González-Byass. Con el andar de los años, el Tío Pepe sería el fino más popular en el mundo y, sobre todo, en España y en Inglaterra. Dos factores contribuyeron especialmente a ello.  Su excelente calidad, y ser el fino mejor publicitado de la historia. La figura de la oscura botella jerezana, con los brazos en la cintura y el sombrero cordobés ha dado la vuelta al mundo, y está en la memoria de todos los aficionados al fino y los que no lo son.


Esta imagen es ya símbolo de España, tanto como lo pueda ser el toro de Osborne. Y qué decir de su mítico anuncio en la cornisa de un antiguo edificio de la madrileña Puerta del Sol. Es tan representativo de Madrid como el oso y el madroño. Hace pocos años tuvieron que quitarlo para restaurar la fachada del edificio y se movilizó todo Madrid. Casi de arma un Dos de Mayo. Afortunadamente, no se trataba de una retirada definitiva, y el anuncio de Tío Pepe se instaló al poco tiempo en un edificio aledaño. La Puerta del Sol recuperó una de sus principales señas de identidad,  y Madrid y España entera, tambien.


Bodegas González Byass posee 650 Hectáreas de viñedo en el Jerez Alto, y otro tanto en arrendamiento a largo plazo. En las bodegas de crianza se pueden envejecer hasta 46 millones de litros, en botas de roble americano, y 30 millones más se pueden elaborar en los tanques de fermentación de acero inoxidable.



Las Bodegas González-Byass elaboran diversos brandys de Jerez de gran calidad, entre los que vamos a destacar:

- Lepanto PX Solera Gran Reserva: envejecimiento de 15 años, pasando los tres últimos en las barricas envinadas con el Pedro Ximénez de González Byass, Noé.


-Lepanto OV Solera Gran Reserva, con 15 años de crianza, los tres últimos en soleras envinadas con Oloroso Viejo.

De los vinos de Jerez, destacamos:

- Tio Pepe en rama. sin clarificar ni filtrar, directamente de la bota. Salina y almnedrada, fresca y ligera, herbácea y floral. Magnífico.
-  Pedro Ximénez Noé: hecho con uvas PX, en soleras y criaderas, con más de trienta años de envejecimeinto en las más antiguas soleras de la bodega. Uno de los tres o cuatro mejores PX del mercado. Sublime.


Gracias a estos señores por haber elaborado vinos y brandys jerezanos de la mayor calidad, gracias por haber preservado el Parque Natural de Doñana, gracias por haber llevado el nombre de Jerez y de España en el lugar más alto por todo el mundo, y gracias por ser así. Hasta siempre.

jueves, 24 de septiembre de 2015

BODEGAS DEL MARCO DE JEREZ: MARQUES DEL REAL TESORO



Esta antiquísima  bodega jerezana fue fundada por un descendiente del Marqués del Real Tesoro, título concedido en 1760 por Carlos III a Joaquin de Villena y Guadalfajara, almirante de la Armada Española. Este insigne marino mandaba una flota que traía oro y plata para la corona española. Del tesoro que habia a bordo, una parte le correspondia al Almirante, como remuneración por su arriesgada y larguísima travesía

En este viaje fue atacado por piratas ingleses, sabedores del tesoro que habia a bordo, y el almirante, agotada la munición, no dudó en utilizar su propia plata como proyectil, sin tocar un gramo del Tesoro Real. Como premio por su generosa determinación, le fue otorgado por Carlos III el título de Marqués del Real Tesoro


En 1897, el titular del marquesado decide acometer la actividad bodeguera, y para ello adquiere al Conde de Villacreces sus antiguas soleras, ya centenarias y con enorme prestigio en Jerez. Empieza, pues, con buenos cimientos su andadura bodeguera, siendo pronto nombrado Proveedor de la Casa Real, siempre agradecida a su noble lealtad y con la que el marqués mantenía estrecha relación.


La bodega se distinguió desde el principio por la excelente calidad de sus vinos, elaborándolos con las uvas procedentes de los mejores pagos del Marco de Jerez y utilizando botas de la mejor calidad. Vino poco publicitado y dirigido a un público que lo sepa valorar, elabora hoy unos de los mejores finos que hay en el mercado: el fino Tío Mateo Se cuentan con los dedos de una mano los finos que están a la altura del Tío Mateo. Este vino constituye, con el Tío Pepe de González Byass y el Fino Quinta de Osborne, el trío de ases de los finos jerezanos. Las Bodegas del Marqués del Real Tesoro elaboran, además, otros vinos que son auténticas joyas enológicas: el "Amontiilado del Príncipe" y el "Oloroso del Almirante", que dan fe de la calidad a la que pueden llegar los vinos de esta gran bodega jerezana.


La Bodegas del Marqués del Real Tesoro forman parte hoy del Grupo Estévez, y cuentan ademas con las viejas caballerizas, que constituyeron desde el principio otra de las actividades más importantes de la bodega: la cría del caballo jerezano. La Yeguada del Real Tesoro es una de las más antiguas y representativas de Jerez, garantizando, con las de Domecq y las de Terry, la conservación de esta bellísima raza. Cuentan también con una magnífica Galeria de Arte, con obras de importantes artistas pretéritos y presentes. Ofrecen la posibilidad de visitas guiadas.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

BODEGAS DEL MARCO DE JEREZ: BODEGAS LA GUITA



La fundación de esta celebre bodega tiene lugar en Sanlúcar de Barrameda en el año 1852, cuando Domingo Pérez Marín decide emprender su actividad bodeguera en esta preciosa localidad gaditana. La bodega se funda con el nombre de Hijos de Pérez Marin, siendo el inicio de una larga dinastía bodeguera de gran importancia en el Marco.


El nombre de su más célebre vino, la manzanilla "La Guita", tiene su origen en los inicios como comerciante de vino de Domingo Pérez Marín. Cuando acudían a su bodega a comprar manzanilla, Domingo siempre les preguntaba: "¿Traes la guita?", inquiriendo al comprador si disponía de fondos. La gente comenzó a llamarla "la bodega de la guita", y así quedó el nombre de la manzanilla, que se añadió en el registro mercantil al nombre de la bodega en 1908, tal como había sucedido con las Bodegas Hidalgo-La Gitana.


Ademas, puso en la parte alta de la botella una pequeña etiqueta en forma de moneda, simbolizando la guita por la que Domingo preguntaba por adelantado a sus clientes, en previsión de una posible insolvencia. 
Esta extraordinaria manzanilla se cria en dos bodegas distintas: la primera, es la del antiguo Hospital de San Juan de Dios, transformado en bodega en 1867, en cuya portada aún se conserva un viejo azulejo con el rótulo "Bodega de San Juan de Dios"; y otra es la bodega Pago de Sanlúcar Viejo, que se adquirió en 1993 y en la que se halla la planta de embotellado.


La visita a esta bodega es salirse del tiempo. Se pueden observar los antiguos útiles y maquinas para pruebas y trasiegos, embotellado y etiquetado del vino, los primeros que se usaron en la bodega. Conservan los hierros de marcar las botas, pues en la antigüedad, se marcaban a fuego los barriles para su transporte, con expresión del tipo de vino, la bodega y el importador.


Allí están también los instrumentos de trasiego, como las canoas y los jarros, para pasar el vino de una criadera  a otra, hasta llegar a la solera. Tambien se conservan  las antiguas llenadoras, depósitos con estrechos canutillos, para llenar las botellas, cuando esta labor se hacía a mano.


Y la primera máquina que realizaba un etiquetado mecánico, después de que esta labor se hiciera manualmente durante mucho tiempo. Un fabuloso viaje a través de la historia bodeguera del Marco de Jerez, con los antiguos utensilios bodegueros, de cuando el vino se hacía artesanalmente, en el silencio de la bodega, casi sin ayuda de máquinas. Está claro que el vino de Jerez, en todas sus variantes, hunde sus raíces en épocas muy remotas, desde sus inicios en la era perromana, en que alcanza un gran apogeo con el descubrimiento de América,  y con una una larga y gloriosa historia a sus espaldas, una historia que habla de la categoría de estos antiguos bodegueros, de sus vinos y de su señorío.


La Guita se elabora con uva Palomino por el tradicional sistema de soleras y criaderas, con rociados espaciados y sacas muy cortas, que dan a esta manzanilla sus particulares características. Presenta un color amarillo pajizo, muy pálido, en nariz es muy fragante, con  frescos aromas florales y frutales, y en boca es fresca y ligera, con matices almendrados y salinos, como debe ser una buena manzanilla. No deje de visitar esta  célebre bodega, y su magnífico museo de antiguos utensilios bodegueros, que elabora, entre otros vinos, una de las mejores y más representativas manzanillas de Sanlúcar de Barrameda.

BODEGAS DEL MARCO DE JEREZ: BODEGAS HIDALGO-LA GITANA

 



No es necesario aclarar que no debe confundirse la Bodega Emilio Hidalgo, fundada en Jerez de la Frontera por Emilio Hidalgo en 1861, con la Bodega Hidalgo-La Gitana, fundada por José Pantaleón Hidalgo en Sanlúcar de Barrameda en 1792.


La historia de esta bodega comienza cuando José compra a su suegro, don Roque Bejerano, una bodega de crianza. Continúa con la adquisición de tierras y viñedos, consiguiendo hacerse con los pagos de Balbaina y Miraflores, los mejores del Marco. De este modo, la bodega solo elabora sus vinos con uvas de sus propios viñedos, y consigue hacer una manzanilla de gran calidad, que en pocos años obtiene importantes premios y aceptación en el mercado.


Bautiza a su manzanilla como "La Gitana", obteniendo una imagen de marca  que funciona bien comercialmente, lo mismo que hiciera en su día las Bodegas Delgado Zuleta al elegir para su manzanilla el nombre de "La Goya". La Gitana tiene un rápìdo éxito en el mercado, alcanzando una gran demanda tanto a nivel nacional como internacional.
                                     
 Hasta el punto de que las bodegas fusionaron su nombre con el de su producto más célebre, denominándose Bodegas Hidalgo- La Gitana. para diferenciarse de otras del mismo apellido (y para que los guiris no tuvieran duda cuando buscaran la manzanilla La Gitana,)


Comencemos por el vino que ha hecho célebres las bodegas en todo el mundo: manzanilla La Gitana. Como decíamos antes, se eligió la imagen flamenca como imagen  por ser adecuada al vino que se promociona y por tener un buen  impacto publicitario. En aquella época, las figuras del flamenco eran artistas de categoría, valoradas en ámbitos artísticos e intelectuales, y no la bazofia televisiva en que se han convertido algunas figuras del flamenco en la actualidad.


Hecha con uvas Palomino Fino, por el tradicional sistema de soleras y criaderas, presenta un color amarillo pajizo, muy pálido, en boca fresco y ligero al paladar, almendrado y salino. Una maravilla que es un ejemplo de lo que debe ser una manzanilla: fresca y ligera. ideal para el aperitivo y para todas las horas, para acompañar pescado y marisco, y para cogerse una buena crujida.


Presenta también una manzanilla pasada, Pastrana. La manzanilla pasada es una manzanilla a la que, a la crianza  bajo velo en flor se sucede una segunda crianza, en fase oxidativa, ya sin el velo, de tipo aeróbico. Toma entonces un color más oscuro, pasando del amarillo pajizo pálido al amarillo dorado, con sabor y aroma más intensos.


Ofrece también una manzanilla en rama, La Gitana en Rama, que en una manzanilla que se extrae directamente de la solera, sin filtrarla ni estabilizarla.


Esta bodega cuenta en su oferta con auténticas maravillas enológicas, como los Olorosos, Palo Cortado y Amontillados V.O.S (Very Old Sherry, con más de veinte años de crianza) y V.O.R.S (Very Old Rare Sherry), con más de treinta años de crianza, y el Pedro Ximénez Viejo Triana V.O.R.S. 30 Años, auténtica joya de esta gama de vinos del Marco, y otros que demuestran lo que es capaz de hacer esta bodega de fama mundial.