viernes, 25 de septiembre de 2015

BODEGAS DEL MARCO DE JEREZ: GONZALEZ BYASS


Corría el año 1835 cuando un joven, Manuel González Ángel (1812-1887), caminaba en compañía de su tío José Ángel Vargas (el tío Pepe) por las calles de la zona vieja de Jerez. José era un gran experto en vinos de Jerez, siempre en busca del fino perfecto, y éste comentó a su sobrino que estaba haciendo una selección de soleras (botas antiguas de vino) con las que creía que se podía elaborar el mejor fino que se hubiera hecho hasta la fecha.

Pasado algún tiempo, Manuel haría realidad el sueño de su tío, y empezaría su actividad bodeguera con las botas que José, el tío Pepe, había seleccionado para hacer el mejor fino del mundo, llamándolas "Solera del Tío Pepe", algunas de las cuales aún se conservan.




Manuel sabía de la buena marcha de las bodegas gaditanas y su provechosa faceta exportadora. Consigue vender algunas botas en Inglaterra. Al poco tiempo recibe numerosos pedidos, por lo que decide asociarse con su agente en Inglaterra, Robert Byass, a quien envía una carta fechada en 1836, comunicándole su proyecto de hacer el mejor fino del mundo y venderlo en Inglaterra.

En 1863 esta pequeña sociedad pasa a denominarse González Byass. Lo que fue ese primer año un pequeño envío de diez botas a Inglaterra, se transformó en pocos años en una enorme actividad exportadora, logrando ser el Tío Pepe el fino más vendido en el mundo. En homenaje a alguien tan importante en la historia de las bodegas y de Jerez, una gran estatua se alza hoy orgullosa en una calle de las Bodegas González Byass en Jerez.



Una figura clave en las bodegas fue Manuel González Gordon, conocido informalmente entre las gentes de Jerez como "Tío Manolo". Fue una de las personas que más investigó y se afanó en conseguir un fino de extrema calidad. González Gordon, Marqués de Bonanza, era hijo de Pedro González de Soto, Marqués de Torresoto, y de Nicolasa Gordon Wardhouse. Además de ser uno de los mejores elaboradores de vinos y brandys jerezanos, era escritor y se doctoró como ingeniero industrial.

Hombre amante de la investigación, fue uno de los personajes jerezanos que más ha sabido de vinos y brandys de Jerez. Se casó con Emilia Díez, hija del fundador de las Bodegas Díez. Fue el Presidente de Bodegas González Byass desde los años veinte hasta los años sesenta. Además de posicionar el Tío Pepe en los mas alto de los finos jerezanos (junto con el Fino Quinta de Bodegas Osborne y el Tío Mateo de Bodegas del Marqués del Real Tesoro) bajo su presidencia adquirió el Tío Pepe su mayor popularidad, con una imagen que le hizo famoso en el mundo entero: la botella jerezana con el sombrero rojo cordobés y los brazos en la cintura.


González Gordon encomendó el diseño a Luis Pérez Solero, que fundó en 1929 una de las primeras agencias de publicidad en España, y en 1934 fue contratado por González Gordon como Jefe de Propaganda de la bodega. González Gordon sabía de la importancia del marketing ya en esa época, y que no bastaba con hacer un gran fino, sino que había que hacerlo famoso. Consiguió con ello que el Tío Pepe fuera conocido en todo el mundo, y que su imagen fuese uno de los símbolos españoles mas populares dentro y fuera de nuestras fronteras.


Manuel González Gordon donó importantes capitales a obras de beneficencia. Fue nombrado Hijo Predilecto de Jerez y le fue concedida la Gran Cruz de la Beneficencia. Fue además Caballero del Imperio Británico.


Manuel González Gordon tuvo cuatro hijos de su matrimonio con Emilia Díez: Dacia, Luisa, Mauricio y Jaime. En otoño de 1923 daba a luz a su segundo hijo, Mauricio, que sería otra figura excepcional en la historia de la bodega


Maurcio González-Gordon y Díez nació en Londres, pues las bodegas González Byass tenían delegación en la capital británica y casa abierta en Londres todo el año, donde Manuel pasaba largas temporadas. Mauricio aprendió a hablar en inglés antes que en español.


En 1945, ya en España, se graduaba en Ciencias Químicas por la Universidad de Sevilla, y poco tiempo después entraba en la empresa familiar. Siempre dió una gran importancia a la investigación, buscando siempre la excelencia. En 1946 viaja a Nueva York con once cajas de vino, y de ahí a California, donde le espera Mr. Amarine, uno de los mayores expertos enólogos mundiales. A su regreso a España, convence a su padre de la necesidad de contar con un centro de investigacíon propio.  Nace así el primer centro de investigación enológica en España, de carácter privado. No esperaron una subvención pública. Lo hicieron sin más.


Mauricio era nombrado en 1961 Consejero-Delegado de la bodega, y entre 1993 y 1999 fue su Presidente. Pero los méritos de Don Mauricio vás más allá.El Parque Natural de Doñana, una de las reservas naturales más importantes de Europa, ha llegado hasta nuestros días gracias a él. En la década de los cincuenta, con aquella absurda política que habia en la época de desecar todos los humedales que se encontraban a su paso, se estuvo a punto de intentar desecar toda la desembocadura del Guadalquivir.


Y si aquella barbaridad no se llevó a cabo, fue gracias a la intervención de Don Mauricio, que luchó denodadamente por ello, convenciendo a las más altas instancias del país en aquella época, de que aquello era un disparate y que había que preservar aquel ecositema único en el mundo.Se detuvo tan absurdo plan, y gracias a ello, podemos hoy disfrutar de Doñana y su entorno.



Don Mauricio murió con 89 años, siempre tomó una copa de Jerez al día y quizá por ello llegó a esta edad, siguiendo la tradición de longevidad de su familia, pues su padre, Manuel,  lo hizo con 94 y su abuelo, Pedro, con 97. Lástima que ya no estén entre nosotros, para dar ejemplo, en esta mierda de sociedad de palurdos que hay que soportar hoy día.


Así va haciendo su historia una sociedad mercantil que forjaría toda una leyenda en el mundo entero. Las Bodegas González-Byass adquieren rápidamente un gran prestigio, tanto en el mercado nacional como en el internacional, muy especialmente el británico. Y en el año 1835, el mismo año de su fundación, consigue embarcar 10 botas a Londres. La cifra sube a 62 en el año 1836, y en 1839 ya son 406 las botas exportadas a Inglaterra.  La bodegas elaboran también, desde 1850, otras bebidas, como los brandys jerezanos, del que el más famoso fue el célebre "Lepanto". González Byass elabora asimismo, además del fino, todos los jereces, desde el amontillado al oloroso o al palo cortado, todos ellos de excelente calidad y auténticas joyas enológicas




Dos bodegas principales tiene González Byass en Jerez. Una es la Real Bodega de la Concha, revolucionaria en su día por su diseño, de forma redondeada. Fue levantada en honor de la Reina Isabel II, diseñada por Gustavo Eiffel y visitada posteriormente por Alfonso XII, Alfonso XIII y Juan Carlos I. Allí se cría el Amontillado La Concha, en 214 botas jerezanas.


Otra es la Bodega de los Apóstoles. Construida en 1857, al poco tiempo de construirse, se organizó en 1862 una pisa de uvas en honor de la reina Isabell II. Como resultado de ello,  se obtuvieron 33 botas de vino, que se depositó en un gran tonel de 16500 litros, al que se bautizó como El Cristo por los 33 barriles (edad de Cristo) que se llenaron con el brandy jerezano. Las botas llevan el nombre de los Apóstoles, y es de ahí de donde toma el nombre  esta bodega.




Los Byass abandonaron la sociedad en 1988, transmitiendo su parte a los González, que siguieron con el negocio, manteniendo el nombre de González-Byass. Con el andar de los años, el Tío Pepe sería el fino más popular en el mundo y, sobre todo, en España y en Inglaterra. Dos factores contribuyeron especialmente a ello.  Su excelente calidad, y ser el fino mejor publicitado de la historia. La figura de la oscura botella jerezana, con los brazos en la cintura y el sombrero cordobés ha dado la vuelta al mundo, y está en la memoria de todos los aficionados al fino y los que no lo son.


Esta imagen es ya símbolo de España, tanto como lo pueda ser el toro de Osborne. Y qué decir de su mítico anuncio en la cornisa de un antiguo edificio de la madrileña Puerta del Sol. Es tan representativo de Madrid como el oso y el madroño. Hace pocos años tuvieron que quitarlo para restaurar la fachada del edificio y se movilizó todo Madrid. Casi de arma un Dos de Mayo. Afortunadamente, no se trataba de una retirada definitiva, y el anuncio de Tío Pepe se instaló al poco tiempo en un edificio aledaño. La Puerta del Sol recuperó una de sus principales señas de identidad,  y Madrid y España entera, tambien.


Bodegas González Byass posee 650 Hectáreas de viñedo en el Jerez Alto, y otro tanto en arrendamiento a largo plazo. En las bodegas de crianza se pueden envejecer hasta 46 millones de litros, en botas de roble americano, y 30 millones más se pueden elaborar en los tanques de fermentación de acero inoxidable.



Las Bodegas González-Byass elaboran diversos brandys de Jerez de gran calidad, entre los que vamos a destacar:

- Lepanto PX Solera Gran Reserva: envejecimiento de 15 años, pasando los tres últimos en las barricas envinadas con el Pedro Ximénez de González Byass, Noé.


-Lepanto OV Solera Gran Reserva, con 15 años de crianza, los tres últimos en soleras envinadas con Oloroso Viejo.

De los vinos de Jerez, destacamos:

- Tio Pepe en rama. sin clarificar ni filtrar, directamente de la bota. Salina y almnedrada, fresca y ligera, herbácea y floral. Magnífico.
-  Pedro Ximénez Noé: hecho con uvas PX, en soleras y criaderas, con más de trienta años de envejecimeinto en las más antiguas soleras de la bodega. Uno de los tres o cuatro mejores PX del mercado. Sublime.


Gracias a estos señores por haber elaborado vinos y brandys jerezanos de la mayor calidad, gracias por haber preservado el Parque Natural de Doñana, gracias por haber llevado el nombre de Jerez y de España en el lugar más alto por todo el mundo, y gracias por ser así. Hasta siempre.

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