viernes, 18 de septiembre de 2015

BODEGAS DEL MARCO DE JEREZ: DELGADO ZULETA


En 1744, Francisco Gil de Ledesma y Sotomayor, Caballero de la Orden de Calatrava, Regidor Perpetuo de Sanlucar y Cargador a Indias, funda las bodegas en esta preciosa población gaditana. Cargador a Indias era un titulo con que la corona distinguía a los exportadores que mantenian un importante volumen de comercio con la América Española, Vivían en unas mansiones de gran categoría y con matiices de estilo colonial, espejo de su prosperidad económica, y de su carácter de exportadores internacionales, que albergaban en su interior oficinas y despachos, en trato contínuo con la Casa de la Contratación. Regidor Perpetuo es algo así como una alcalde honorífico a perpetuidad, titulo que fue otorgado a personajes de la talla de Manuel Godoy.


Aunque la actividad bodeguera de Gil de Ledesma se inicia en 1719, tal como se refleja en algunos legajos encontrados y datados en esa fecha, la sociedad comercial que nos ocupa no se establece hasta 1744, como propietaria de los viñedos, para la explotación de los mismos y crianza y almacenado de vinos finos. Ya en 1748, presenta ante el Cabildo de Sanlúcar una solicitud para establecer una compañia para el comercio con América. que sería, en palabras de Antonio Barbadillo, cuyas bodegas comentaremos más adelante, "utilísima  por ser los vinos del territorio que comprende su término, los únicos promocionados para aquellos países".



La titularidad de la bodega aparece ligada a estos apellidos, hasta que, a finales del siglo XIX, una de sus descendientes, Dolores, casa con el marino José Delgado Zuleta, de origen cántabro, momento en que la denominación mercantil toma el nombre del marino, que abandona su carrera militar y toma la rienda de la bodega. A partir de este momento, la bodega alcanza una gran expansión y prestigio, llegando a ser proveedores de la Real Casa, en tienpos de Alfonso XIII. Restablecida la monarquia con Juan Carlos I, es fama que en Zarzuela se siguen tomando estas manzanillas.



A José Delgado le sucede su hijo Tomás Delgado, momento en que la bodega pasa a denominarse "Hijos de José Delgado Zuleta". La bodega cambiaría de nombre nuevamente en 1978, al fusionarse con otra prestigiosa bodega de Sanlúcar, "B.Rodriguez La-Cave", pasando a denominarse "Delgado Zuleta, S.A.", tomando la forma de sociedad anónima por su volumen de negocio.


En 1918, bautizan a su manzanilla con el nombre de "La Goya", nombre artístico de Aurora Jauffré,  famosa bailaora de la época, convirtiéndose en imagen de la marca durante largos años. Esta manzanilla alcanzó prestigio internacional, siendo en la actualidad una de las más reconocidas y mejores manzanillas de Sanlúcar.

La Goya es una manzanilla de color pajizo, suave y fresca, seca y ligeramente punzante, con matices almendrados y salinos, muy agradable al paladar, en torno a nuos conco años de crianza. Elaboran también una variante de ésta, la manzanilla pasada, a la que se ha sometido a una larga crianza, en torno a diez años


Es una manzanilla de tonos más oscuros, matices avellanados y largo y agradadable postgusto, ligeramente amargo.Y una manzanilla en rama, sin filtrar ni estabilizar por frío, fresca y sabrosa, floral y herbácea, sublime.

Otra de sus manzanillas es Barbiana, producto procedende de la fusión con la bodega Rodriguez La Cave, también manzanilla pasada y orgullo de las bodegas La.Cave.


Y elaboran también la manzanilla Zuleta, en este caso manzanilla fresca con tres años de crianza Las tres se encuentran entre las mejores que existen y gozan de merecido prestigio.


Ademas de estas manzanillas, Delgado Zuleta elabora otros vinos propios del marco de Jerez, como el amotillado Monteagudo. El amontillado es un fino o manzanilla, en el que tras la fase de crianza bajo velo en flor, se alarga su crianza en fase oxidativa, en la que desparece el velo (de modo natural o provocad) y se somete al vino a una segunda crianza, ya sin el velo en flor, en la que el vino se oxida, tomando un color más oscuro y adquiriendo matces y aromas más intensos. Esta segunda crianza oxidativa dura alrededor de una década, pudiendo alrgarse hasta más de treinta años, según el elaborador .

El amontillado Monteagudo presenta todas las características propias de un gran amontillado, y es uno de los vinos más valorados de esta bodega por los grandes enólogos.


En la misma gama Moteagudo, que toma su nombre del Conde de Monteagudo, propietario de viejos pagos que forman parte de los viñedos de esta bodega, presentan el Oloroso Monteagudo. Un Oloroso es un fino o manzanilla, hecho a partir de uva palomino y con el sistema de soleras y criaderas, pero con algunas variaciones en su crianza.



Una vez que tenemos los vinos ya en los barriles de crianza, se encabezan con alcohol de adición hasta los 15º, para eliminar las bacterias que obstaculizan la labor del velo en flor, que hace una capa blanquecina en la superficie del vino y lo aísla del oxigeno, provocando un envejecimiento anaeróbico del vino. En esta fase, el enólogo de la bodega hará una clasificación, destinado unos vinos a finos y otros a olorosos. En el caso de éstos últimos, se hace un segundo encabezamiento, adicionado alcohol vínico hasta los 18º. Se prolonga, ya sin el velo en flor, la crianza, ahora ya en fase aeróbica. El enólogo decidirá cual es el momento oportuno para dar por terminado el envejecimiento y embotellar el vino.


El Oloroso Monteagudo tiene una crianza de entre diez y doce años, con una graduación de 18,5º, y presenta los caracteres propios de los buenos olorosos, con sus matices de avellana, aromas amaderados, vinos redondos y  persistentes.
Presentan tambien el Pedro Ximénez Monteagudo, auténtica maravilla de esta gama. El Pedro Ximenez es un vino hecho al 100% con uvas Pedro Ximénez pasificadas al sol. Son vinos color caoba oscuro, cas negro, de gran cuerpo, muy untuosos y aromáticos, con intensas notas dulces y pasificadas.Auténtica joya enológica que sólo nosotros podemos hacer, pues esta uva no se adapta a otros climas que los del sur de España, muy extendidas en el marco del Sherry, Montilla y Málaga. Hecho con el sistema de soleras y criaderas, sólo con uvas Pedro Ximénez, con una larga crianza que en algunos casos supera ampliamente las tres décadas, y que en casi todos los casoa supera los diez años de crianza.

El Pedro Ximenez Monteagudo, con 12 años de crianza, prsenta el típico color caoba oscuro, con inyensas notas de pasas, regaliz y café,, muy aromático, con sanor dulce, redondo y muy persistente, con largo postgusto en paladar.

Y tenemos por ultimo,los dos vinos del marco de Jerez tipo blended o mezclados: el Medium  y el Cream .

El Medium es un vino procedente de la mexcla entre Jerez seco (fino) y Pedro Ximénez. Son vinos de color ámbar con notas de almendra, propias del Jerez seco, y dulces, propias del Pedro Ximenez.
El Medium Monteagudo, con crianza de entre diez y doce años,y graduación de 18,5º, presenta un color am,bar brillante y notas de caramelo y nueces.


El Cream es un vino procedente de la mezcla entre vino Oloroso (o Amontillado) y vino Pedro Ximénez. Es un vino color caoba, con cuerpo, muy untuoso (casi cremoso, de ahi la deniminación Cream), con notas de pasas e higos, predominando ya las características propias del Pedro Ximénez.

El Cream Monteagudo es color caoba con notas de pasas y orejones, de excelente equilibrio, con cuerpo y persistencia.

En los dos vinos tipo blended, tanto en el Medium como en el Cream, es de destacar el acierto del enólogo de la bodega, que con gran maestria ha sabido elaborar dos vinos de gran categoría y complejidad.


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