miércoles, 16 de septiembre de 2015

RUTA DE LAS BODEGAS: BODEGA DEL REY CARLOS III


Vamos por un momento a abandonar Sevilla, para hacer una breve ruta por las bodegas, esos lugares donde se elabora el líquido de la vida, la esencia de la existencia humana, el néctar que el Altísimo puso en la tierra para que pudiésemos soportar a una buena parte de los humanos, indignos de este nombre. Pero no me expresado bien. He dicho abandonar Sevilla y a Sevilla nunca se la abandona, porque una vez que uno ha ido, ya nunca se va de ella. Y espera el momento de poder volver .

En esta ocasión nos dirigimos al Real Sitio de Aranjuez, concretamente a una pequeña población a 3 km del Real Sitio, llamada Cortijo de San Isidro, creada por designio del rey Carlos III, uno de los monarcas mas impulsores de las obras de ingenieria, arquitectura y urbanismo. La real Orden decía así:


"Por orden de S.M. Carlos III, el once de Junio de 1782, se empieza a construir la bodega llamada Del Real Cortijo. Proyectada por el arquitecto real Marquet, y construida por don Manuel Serrano. El lagar tendrá 900 m2 en una nave neoclásica abovedada, y la bodega subterránea una superficie de 2500 m2, recorrerá casi medio kilómetro de longitud bajo el pueblo del Real Cortijo de San Isidro. El presupuesto inicial asciende a 5.810.000 reales."

Así de fácil. Con la tranquilidad del respaldo económico real, y sin perjuicio de posteriores ampliaciones de presupuesto. Con pólvora del Rey se dispara bien. Y comenzaron las reales obras. escarbando la tierra y disponiendo en planta la edificación, con los primeros elementos sustentantes, caso todos ellos basados en el arco de medio punto, y con las techumbres, en consecuencia, abovedadas. Empezaron por la pieza más importante, el lagar, lugar donde se pisa o prensa la uva. De 70 m de longitud y 12 m de anchura, con columnas de fábrica de ladrillo y cabezas de piedra de Colmenar.

Siguieron con la cueva de crianza: dos galerías subterráneas también abovedadas de 385 m de longitud que atravesaban todo el pueblo bajo el suelo. El ramal principal, para la crianza del vino, fue construido con una bóveda de pendiente del 3%, de la  que colgaba un conducto de media caña para llevar el vino a la estancia de guarda y crianza del mismo. Allí le esperaban 187 tinajas para envejecerlo. Con 10 tragaluces y 8  respiraderos. Una primera "plaza" en este ramal, en la que se podía leer "Bóveda del Rey", albergaba una gran tinaja de vino añejo para el consumo del Rey. La segunda plaza. llamada "Bóveda de la Reina", albergaba también una gran tinaja de vino,  para el consumo de la Reina.

El otro ramal, mas pequeño y sencillo, estaba proyectado para la guarda del aceite. De 115 m de longitud, 6 m de ancho y 4,5 de altura, estaba construido también en fábrica de ladrillo, y disponía de 5 tragaluces y 2 respiraderos. Y grandes tinajas para guardar el aceite.

La bodega mantenía todo el año unas condiciones de humedad del 85 y temperatura de 12 º, óptimas para la crianza y guarda del vino a que estaba destinada. Se accedía a la misma por una portada neoclásica de piedra de Colmenar, diseñada también por Marquet.
Y este es el lugar que hoy podemos visitar. Desde entonces se han sucedido varios reyes, dos dictaduras y dos repúblicas, y hoy tenemos la ocasion de visitar una de las propiedades favoritas de Carlos III. Poco tiene que ver esta magna obra con "la bodeguilla" de La Moncloa". Claro que no es lo mismo ser el Rey y ordenar la construcción de una bodega que entrar como inquilino en La Moncloa por cuatro años.
La maginficencia de la obra queda reflejada en el amplio reportaje fotográfico que acompaña a estas líneas. Poco se puede añadir a lo que las fotos revelan: un lugar fabuloso que hoy pueden visitar los simples ciudadanos. Debe resaltarse el hecho de que, ya en esa época, se tenían amplísimos conocimentos de lo que debe ser una bodega, y de las condiciones óptimas de humedad y temperatura para su crianza y guarda. Que tomen nota algunos pedantes que hoy nos aburren con grandes alardes tecnológicos y con reinventar el vino.Y por supuesto ese compendio de horteras que son algunos nuevos cocineros, expertos, más que en cocina, en peluquerías, salas de maquillaje y platós televisivos. Advenedizos de bajo pelaje.

En este lugar se celebran eventos como bodas, comidas de empresa, catas de vinos, aniversarios, etc, pero admite también celebraciones particulares, con una cocina a la altura del regio lugar. Reúna un grupo de amigos que sepan valorar todo ello, haga una reserva, y disfratará de un lugar que antes estaba reservado sólo para la realeza. También se puede concertar vista guiada y cata de vinos.

Descorchar una vieja botella de vino, verterlo en una copa y beberselo, en este lugar,en esta atmófera, es una experiencia para privilegiados que hoy puede disfrutar las personas que sepan valorarlo.. Cuaquier persona que, sabiendo ya lo que es lo auténtico, habiendo separado ya a las churras de las merinas, diferenciado lo bueno de lo malo, y guiado por el interés de conocer algo realmente ( y nunca mejor dicho) fabuloso, acude a este lugar único y accede a las puertas del paraíso.

BODEGAS DEL REAL CORTIJO

Cortijo de San Isidro (Aranjuez)

91 535 77 35

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