miércoles, 6 de abril de 2016

BARES DEL PUERTO DE BONANZA: LA CAMPANA


Corría el año 1947 cuando Pepe Arocha Bernal abria las puertas de este bar en el Puerto de Bonanza. Pronto empiezan a acudir las gentes de la zona y, sobre todo, los marineros, que tenían este puerto su medio de vida.. Mayoritariamente se trataba de marineros de bajura, que se empleaban en barcos que salían a pescar antes de la amanecida, y volvian a última hora de la tarde con pescado fresco.


En aquella época era muy común la practica del zafo, en la que se repartía el fruto de la pesca al venderla en el puerto al final del día, dando a cada uno su parte. Se vivía al día, y muchas veces el pago del desayuno quedaba aplazado al cobro del zafo al final de la jornada. El bar de Pepe comienza a tener cada día más clientes entre las gentes del mar, que hacen de este bar su segunda vivienda.


 El bar se hallaba situado entre el cuartel de la Guardia Civil, ya desaparecido,  y la Oficina de Aduanas. Difícil decir cuál de estas tres instituciones era más importante en el puerto, pero para nosotros, sin duda, es el bar de Pepe. Sobre todo, si tenemos en cuenta el número de personas que entraba en cada uno. Desde luego, es el que queremos visitar hoy,  y prometemos pagar al contado, sin esperar al zafo de última hora del día.


El bar de Pepe experimentó un auge aún mayor en los años sesenta, coincidiendo con la prosperidad económica española. La carga de trabajo en el puerto crece enormemente, y el volumen de comercio que se establece en él, y el número de personas que viven del mar, también experimentan un gran incremento.Todas las actividades relacionadas con la pesca se centralizan en el puerto de Bonanza, en las afueras de Sanlúcar, y el barrio pesquero crece en población y extensión.


Digamóslo una vez más, pues es preciso recordarlo en estos tiempos de adulteración del noble arte de la cocina, y de la profanación de sus sagrados ritos, con espumas, jarabes, gases y demás zarandajas para captar indocumentados de la gastronomía: la cocina marinera es, ante todo, guisos. Y por supuesto, la cocina casera, hecha con productos frescos, saber hacer, y tiempo. Sin prisas, sin cutres planteamientos de coste- beneficio y sin pesar las mondas de las patatas, para ver cuánto nos cuestan en realidad.
 

El horno y la plancha son magníficos aliados de la cocina marinera, y por supuesto la sartén y la freidora, pero es la olla donde se alcazan registros de Stradivarius con los productos del mar. Y aquí se hace una cocina de olla de quilates. Guisos como los chocos al pan frito, la merluza a la pleamar, la cazuela de rape con langostinos y almejas, los fideos con mariscos o los garbanzos con chipirones,  que "quitan el sentío",  y acompañadas con las manzanillas frescas, que también "quitan el sentío". O la sopa de tomate con gambas, el atún en salsa de chipirones, el cazón con tomate o el atún encebollado.


Los mejores mariscos del litoral atlántico andaluz: gambitas blancas de Huelva. langostinos de Sanlucar , langostas, bogavantes, almejas, coquinas, galeras; y los pececillos que pueblan estas aguas, como salmonetes, acedías, boquerones, pijotas y chocos. Exquisitas chacinas ibéricas y quesos viejos. ¿Cual es el teléfono?


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