viernes, 29 de mayo de 2015

LOCALES DE MADRID CO HISTORIA; VIVA MADRID




Aunque tiene una larga y vaiada historia, Viva Madrid vale más por su presente que por su pasado. No podemos decir aquí que conserve su antiguo encanto, ni que sus elementos constructivos y decorativos son los mismos que le vieron nacer, pero tiene algo todavía más meritorio y que debería servir de guía para todos aquellos que emprenden el bonito oficio de restaurador: dedse el presente, se ha recuperado el pasado, con todo su esplendor.



Viva Madrid fue, en su origen, en 1856, la Casa de Guadalajara. Fue, por ello, el punto de encuentro de todos los que partieron de su Guadalajara natal, buscando un nuevo medio de vida en Madrid. Funcionó así durante largos años,  hasta que, en los ochenta, fue reconvertido en bar de copas. En 2011 fue remozado por el Grupo Tartufo, y en 2014 pasó a manos de Emilio González y Marisa Iglesias


Hay que agradecer a los anteriores propietarios que respetasen los elementos constructivos y ornamentales más valiosos de la primitiva edificación, pues han hecho posible que llegue hasta nuestros dias. Es también digno de elogio que los últimos propietarios recuperasen el estilo de aquellos años en que se fundó, y lo pusiesen en valor, para que en la actualidad tengamos constancia de la maravillosa labor de ebanistas, ceramistas y demás oficios que, con gran maestría y dedicación, se realizaban en la época, y que colaboraron en la creación de este preciosa taberna.


Presenta una preciosa fachada revestida de azulejos pintados a mano, donde se anuncia el nombre de la taberna, algunas de sus vinos y una antigua imagen de la Cibeles. Grandes ventanales de carpinteria de madera y una puerta acristalada, y bajo un amplio toldo, una simpática terraza, donde tomar algo en los meses cálidos.
 

Es de destacar el fabuloso artesonado de las techumbres y, por supuesto, los azulejos de cerámica pintada a mano, típicos de las tabernas madrileñas más antiguas, y testimonio de un oficio bellísimo, que fue magistralmente realizado por los antiguos ceramistas españoles, los mejores del mundo, y que está desapareciendo.


El alicatado compone unos dibujos primorosamente trazados y ornamenta tanto su fachada como su interior. La barra de estaño nos lleva a otro tiempo, cuando un vino se tomaba sin prisas ni posturitas. Al pasar la barra, entramos a través de un arco al comedor, precioso, con zócalo a media altura hecho con azulejos, y decorado con fotografias antiguas de Madrid y grandes espejos.

 
Viva Madrid es en la actualidad uno de las tabernas más bellas de Madrid, con todo su esencia, pues ha sido sometido a una cuidadosa rehabilitación, respetando su clasicismo y  sus elementos fundamentales, aunque los avances del progreso, también dignos de agradecer, estén presentes en la cocina y otros recintos auxiliares del local, como espacios de conservación y almacenaje.



Es de destacar, en la carta, la merluza del pincho braseada con gazpachuelo de berberecho, y los chipirones a la plancha con cebolla confitada entre los pescados; el rabo de ternera estofado con rústico de patatas, y las carrilleras ibéricas a baja temperatura con cremoso de boniato, entre las carnes; y entre los postres el arroz con leche, que nunca debe faltar, y la tarta casera de queso.



VIVA MADRID

C/ Manuel Fenández y González, 7
914 203 596
De Martes a Domingo, de 11,00 a 02,00 h
Cerrado Lunes

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