martes, 26 de mayo de 2015

LOCALES DE MADRID CON HISTORIA: TABERNA OLIVEROS



La Taberna Oliveros fue fundada en 1922 por la familia Oliveros, procedente de Asturias, como tantas tasquitas de la época, la mayor parte de ellas abiertas por asturianos. Aunque la fundación de Oliveros data de 1922, se abrió sobre otra taberna que existía mucho tiempo atrás..



Manuel Oliveros trabajó como camarero en el bar Platerias de la Plaza Mayor, hasta que pudo ahorrar lo suficiente para comprar, en 1921, la taberna.situada en la calle San Millan , número 4, por unas diez mil pesetas. a la que dió por nombre Casa Manolin, como era conocido popularmente, para después cambiarlo a Taberna Oliveros, dándole entonces su apellido.



Durante el primer año funcionó solamente como taberna, pero en el segundo se le dotó de comedor, pasando a ser también restaurante. En esta época, Manolo pone un cartel hecho con azulejos en el que se puede leer:  "Para comer bien y barato, San Millan, 4".


 Asimismo, imprime unas cartas con los precios, y un pequeño anuncio en el que se publicita escuetamente la cocina asturiana y madrileña que ofrece, aludiendo de nuevo a los asequibles precios con la misma leyenda. ligeramente modificada: "Si quieres comer bien y barato, visita la taberna San Millan, 4".


La comida que se servía era cocina española, con algunas notas de la cocina tradicional asturiana y otras de la madrileña, con una oferta bastante completa, ofreciendo un plato del dia. Los jueves se preparaban callos a la madrileña y los sábados fabada asturiana, dejando para el domingo el pote gallego. Los precios, muy contenidos, entre una peseta y una peseta y media, ofertando la botella de Valdepeñas añejo en una peseta, y la media botella, en 55 céntimos. En la carta, atendiendo a la precariedad económica de la época y para evitar situaciones incómodas, se advierte. "No se admiten propinas".


Manuel casó con la dependiente de una perfumeria que había en la misma calle, en la acera de enfrente, y tuvo 5 hijos, falleciendo en 1954. Se encargan entonces del negocio sus hijos, Ángel y Antonio, hasta su jubilación, a finales de los años 80.  En 1999 tiene lugar un maravilloso acontecimiento y es que Julio, un nieto del fundador e hijo de Antonio, decide reabrir la taberna.


La taberna presenta una entrada decorada con antiguos azulejos hechos a mano, y el letrero antes comentado, realizado también con los mismos, con la preceptiva puerta de madera pintada en rojo, inexcusable en cualquier taberna madrileña que se precie. En su interior, encontramos una preciosa barra, con unos antiguos botelleros de madera. Las paredes decoradas con un arrimadero a media altura, hecho con azulejos, un espejo,  antiguos  relojes, una más antigua maquina registradora, y una saturadora de agua de setz, tan típica de las tabernas antiguas de Madrid.


Al fondo, el comedor, decorado de la misma manera, con azulejos, espejos, abundancia de cuadros y carteles de asunto taurino, y unas mesas con el pie de hierro fundido. Hoy en día, como ayer, se sirve cocina española, con especialidades típicas de la cocina asturiana y madrileña. Es preceptivo probar la fabada, las fabas con almejas y los callos a la madrileña. Se hace a diario uno de los mejores cocidos madrileños de la capital. De postre, es inexcusable tomar los asturianísimos frisuelos.


TABERNA OLIVEROS

C/ San Millán, 4
91 354 62 52
De 13,30 a 16,00 y de 20.00 a 24,00
Cerrado Domingos noche y Lunes

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