viernes, 22 de mayo de 2015

LOCALES DE MADRID CON HISTORIA: CASA ALBERTO


Casa Alberto abrió sus puertas en 1827, en un bello edificio construido sobre otro edificio del siglo XVI, donde vivió Miguel de Cervantes en los años 1613 y 1614. En este lugar escribió Cervantes la segunda parte del Quijote, los Trabajos de Persiles y Segismunda y Viaje al Parnaso.



Desde su fundación, en 1827 como taberna, estuvo muy vinculada al mundo taurino y teatral. En ella se vendian las entradas para la Clá del Teatro Español. Las personas que formaban parte de la Clá eran un público adiestrado para aplaudir conjuntamente cuando el regidor así lo indicara, obteniendo las entradas con descuento a cambio de ello. Incluso a veces se les daba la entrada gratis, cuando el éxito de público, al que ellos colaboraban en su medida, lo permitía.


 Asimismo, era lugar de reunión del mundo taurino, desde maestros, banderilleros y subalternos, a público y periodistas del arte torero. Aquí tenían  lugar las más importantes tertulias taurinas de Madrid, entre las que fue célebre la del maestro Antonio Segura Campos, apodado "Segurita de Madrid".

La entrada a Casa Alberto está revestida en madera pintada en rojo, distintivo que indica que aquí se sirven comidas, como en otras tascas centenarias de Madrid, con cristales grabados al ácido, donde se anuncia el nombre del local y su fecha de fundación. Accedemos al interior, que presenta en primer lugar una preciosa barra, que esta realizada en su parte superior en ónice y en su frente en madera labrada, con un antiguo grifo de cerveza, y tras ella, unas antiguas estanterias, en madera exquisitamente trabajada.


Verdaderamente espectacular la grifería de cinco surtidores, y una pila de estaño donde se refrescaban las frascas de vino en la antigüedad. Una maravillosa máquina registradora del siglo XIX. Altos techos sustentados por columnas de forja y zócalos de madera labrada en las paredes, decoradas con abundantes cuadros y fotos de tema taurino. Al fondo, un precioso comedor que nos lleva dos siglos atrás, como todo el local, con profusión de cuadros y adornos taurinos, que nos hablan de la larga historia de esta taberna y su importante vinculación con el planeta taurino.


En barra se pueden tomar auténticas maravillas, anticipo de lo que se puede degustar si pasamos al comedor. No puede faltar en modo alguno el rabo de toro, que en esta taberna alcanza registros de obra maestra, y que debería ser declarada Patrimonio de la Humanidad. Son célebres la albóndigas, y están exquisitas las mollejas de cordero al ajillo, los caracoles a la madrileña, la oreja estofada o los callos. Unos excelentes jamones ibéricos, quesos manchegos, boquerones hechos en casa, y ensaladilla rusa completan la oferta en frio. Y mucho mas ofrecen ya en barra, presentando una oferta soberbia en calidad y variedad.


Ya acomodados en el comedor, podemos degustar, además de todo lo anterior, unas fabulosas carrilladas de ternera, manitas de cordero a la madrileña, presa ibérica en salsa de vermut, bacalao a la madrileña, y todo un recital de lo mejor de la cocina castellana y en especial de la madrileña, realizada en su mejor versión.



 Ir a Madrid y no pasar por Casa Alberto, es como ir a la vendimia y no tomar un vaso de vino. Y vivir en Madrid y no frecuentar Casa Alberto, es como vivir en una pastelería y no probar el dulce.



CASA ALBERTO

C/ Huertas, 18
914 299 356
MADRID
Barra: de 12,00 a 01;30 initerrumpido
Comedor: de 13,30 a 16,00 y de 20,00 a 24,00
Cerrado Domingos

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