La decoración del café es una obra de arte italiano del siglo XIX, y en ella han colaborado los principales artistas napolitanos de la época. En sus paredes hay frescos de Vincenzo Volpe, Luca Postiglione, Eduardo Matania, Giuseppe Casciaro, Gaetano Esposito, Giuseppe Giarolanza, Vincenzo Migliaro, Giuseppe Cocco, Vincenzo Caprile y han escrito sus poemas y dramas D,Annuncio y Marinetti.
Durante la Belle Epoque, adoptó la modalidad de Café Concierto, actuando los mejores músicos de la época. Eran famosos sus helados y pasteles y llegó a ser designado Proveedor de la Real Casa. Al llegar la era fascista, el café fue cerrado por el prefecto Battista Marciale, alegando que el ruido no dejaba dormir a su esposa, aunque lo cierto es que el motivo real del cierre fue que era punto de reunión de artistas y escritores antifascistas.
Tras la segunda guerra mundial, el cafe Gambrinus pleiteó largos años con el Banco di Napoli, que había ocupado parte de sus salas, aprovechando el temporal cierre del establecimiento. Tras un dilatado proceso, el Gambrinus finalmente recuperó sus usurpadas salas.
En su barra y en sus mesas han encontrado inspiración Oscar Wilde, Jean Paul Sartre, Benedetto Croce, Eduardo Scarpetta y, cómo no, Ernest Hemingway. El Storico Gran Café Gambrinus es hoy lugar de peregrinación para los devotos de la literatura y el arte.
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