Bodegas Ricla fue fundada con este nombre en 1910 sobre una bodega que ya existia en 1867, en el 6 de la calle Cuchilleros.Toma el nombre de un pequeño pueblo maño del que eran originarios sus fundadores.Al principio sólo se despachaban bebidas, y con el paso del tiempo se comenzó a preparar y servir comidas, con los platos más típicos de la cocina castellana: callos, pepitoria de gallina y cocido madrileño.
Pero llegó la guerra civil, y con ella Bodegas Ricla dejó de funcionar como tal, sirviendo de refugio antiaéreo durante la contienda. Al finalizar la misma, fue reabierta por la familia Lage, que la regenta en la actualidad. La taberna tiene una antigua barra, con su frente revestido en azulejo, tras la cual unos botelleros de madera labrada nos presentan la variada y excelente oferta de vinos, y presenta altos techos sustentados por columnas de forja.
Un grifo de vermut y una saturadora de seltz. por si preferimos tomarlo combinado de este modo.Un antiguo grifo de cerveza, para tirar las cañas con la maestria con que lo hacen aquí.Acompañarán cada consumición con un embutido, que son aqui especialidad.
Pero lo más recomendable es acompañar la bebida con los callos o las albóndigas, las especialidades de Ricla, que Ana María, que es quien regenta la bodega, hace de forma magistral. Si encontramos un vino difícil de conseguir de otro modo, podemos comprarlo y llevarlo a casa, pues Ricla es, ante todo, bodega.
Lugar encantador para tomar el aperitivo, y para las cervezas de la tarde, Ricla nos llevará a otro tiempo, donde las cosas se hacían bien, con oficio y sin prisas.
BODEGAS RICLA
C/Cuchilleros, 6
913 652 069
De 13:00 a 16:00 y de 19:00 a 24:00
Abierto todos los dias
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