miércoles, 17 de junio de 2015

TABERNAS ANTIGUAS DE SEVILLA: LA FLOR DE TORANZO (TRIFÓN)


La taberna, sita en los números 1 y 3 de la sevillana calle Jimios, fue fundada por el cántabro Triunfo Venancio Gómez Ortiz, más conocido como "Trifón", en el lugar que ocupaba otra taberna desde 1918..Originario de San Martin de Toranzo (Santander), decide partir hacia Sevilla, con doce años, en 1929, donde comienza a trabajar como dependiente en una tienda llamada "El Reloj".


 Así pasan seis años, hasta que en 1936 empieza la guerra civil, y con 18 años, Trifón, al que coge la guerra en la Sevilla nacional, es destinado al frente. Alli es rebautizado por una sargento al que no gustaba su nombre por no estar en el santoral, y desde entonces le llaman Trifón. Estando Santader en zona republicana, no ve a sus padres hasta casi al final de la contienda, acudiendo al hogar paterno a recuperarse de accidentes propios de la guerra. Ya recuperado y terminada la guerra, Trifón vuelve a Sevilla y se reincorpora a su puesto de dependiente en "El Reloj".


En 1942,  pone una tienda en el sevillano barrio de La Macarena, a medias con un socio, a la que llama "La Flor de Toranzo", hasta que, en 1952, la traspasa. Retorna al centro de la ciudad, y se establece en el actual emplazamiento, en la calle Jimios. En 1966, levanta edificio de nueva planta en ese lugar, destinando la planta baja a local de negocio y las plantas altas a vivienda, en la que residirá ya definitivamente. Abre la taberna en el bajo, que con el tiempo transmitiría en título de herencia a su hijo Rogelio. El motivo de que se date su fundación en 1918 es que la actual taberna se levantó sobre otra que ya exístia desde ese año.


Dado su origen cántabro, hay algo que no podía faltar en el bar de Trifón: las anchoas, que constituirían una de las señas de identidad de esta casa. Son la tapa estrella de la taberna, que preparan de un modo muy especial : una rebanada de pan, una cucharada de leche condensada y las anchoas. Parece raro, pero están exquisitas, y presentan un original contraste. Igualmente  típicas de la casa  son el lomo con manzana, el foie grass, el menudo, el picante con lomo y, como no puede ser de otro modo en una taberna andaluza, el jamón y las chacinas ibéricas.


En esta casa no hay cocina, y otra de sus especialidades son las conservas de lujo, de las que tienen una cuidada selección, con especial atención a las anchoas. Aqui, las tapas se ponen sobre papel de estraza y requiere cierta práctca comerlas así. Otra especialidad de la casa son los mantaditos, todos exquisitos. Este local quizá no presente los valores históricos de otros que hemos comentado, pero es uno de los bares más célebres de Sevilla, y no podia faltar en esta relacíon.



LA FLOR DE TORANZO

C/ Jimios, 1-3

Sevilla

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